miércoles, 15 de mayo de 2013

Conocer y reconocer como enemigo al islamismo de Irán


Conocer y reconocer como enemigo al islamismo de Irán
Ezequiel Eiben
16/05/2013
7 de Sivan 5773

¿Qué le sugiere la siguiente declaración?: “Repudiamos el campo de concentración, y exhortamos a que se averigüe y se condene a los responsables locales de el”[1]. ¿Puede identificar concretamente al victimario en el asunto? ¿Puede conocerlo en su totalidad? Piense por un momento qué hubiera dicho usted si viviendo en la época de la Shoa o en los inmediatos tiempos post Shoa, escuchaba a algún dirigente comunitario judío hablar en esos términos. Seguramente usted como mandante le hubiese requerido al mandatario que dijera toda la verdad, o por lo menos, algo más concreto, más tangible, que permitiera saber y entender específicamente de quienes se hablaba. Un reclamo justo al dirigente hubiese sido que mencionara en su repudio a los nazis como victimarios en vez de limitarse a describir la metodología del agresor (en este caso el campo de concentración), y que pidiera condena a todos ellos (cúpula máxima incluida), no solo a los nazis o colaboracionistas locales que trabajaban en el campo de concentración.

Lamentablemente expresiones ambiguas, ambivalencias, comunicados poco claros y frases envueltas en nebulosa como la arriba mencionada, han sido moneda corriente en nuestra realidad, por parte de la dirigencia judía de Argentina en lo concerniente al atentado terrorista a la AMIA. Hemos escuchado hasta el hartazgo pedidos de justicia insuficientes e ineficientes, que pecan por vacuidad, ocultamiento y/o desconocimiento de la información relevante disponible. De esta forma, por más que el dictamen elaborado por el fiscal de la causa Alberto Nisman, producto de una exhaustiva investigación sobre los hechos y protagonistas, arrojara los datos necesarios para saber quién cometió el atentado, trabajando para quién, y en nombre de qué lo cometió; y estuviera ahí a disposición para aprovecharlo y difundir su contenido; durante años tuvimos que escuchar declaraciones oficiales de parte de la dirigencia judía tales como: “Repudiamos el atentado terrorista, y exhortamos a que después de tantos años sin justicia y sin conocer los culpables se condene a los responsables de la conexión local”[2]. Esta parte de la dirigencia condenaba la metodología del crimen (el atentado terrorista) sin condenar explícitamente, ni siquiera mencionar por su nombre, al agresor: el islamismo de la teocracia de Irán. Esta parte de la dirigencia seguía hablando de años sin justicia como si se estuviera en la misma situación que en los comienzos de la causa (cuando hubo encubrimientos, engaños y sobornos), sin dar cuenta de la corrección y avance en la causa que significó el trabajo de Nisman y la UFI (Unidad Fiscal de Investigación del caso AMIA, compuesta por 40 profesionales), gracias al cual podemos conocer los culpables del atentado. Esta parte de la dirigencia seguía concentrada en la conexión local del atentado como si fuese la clave del asunto, o como si arrastrara la responsabilidad exclusiva del crimen, dejando de lado al agresor principal sin el cual no podría existir siquiera una “conexión”. Con las cosas dadas de ese modo (corrupción en los funcionarios públicos, y negligencia acompañada de inoperancia en los dirigentes comunitarios), eran de esperar ocultamientos y trabas a la salida a la luz de la verdad.

Hay que conocer y reconocer al enemigo. Conocer para saber quién es; reconocer para aceptar el hecho de que se enfrenta a nosotros y actuar en consecuencia[3]. El enemigo aquí, responsable del atentado terrorista a la AMIA, es el Irán dominado por el islamismo. Irán es un Estado terrorista, hay que decirlo. Irán está dominado por el islamismo que es violencia al por mayor, hay que decirlo.

Los argentinos en general deben saber que fueron agredidos por Irán, cuyo gobierno difunde el terrorismo islamista internacional. Los judíos en especial deben saber que Irán los quiere muertos, encuéntrense donde se encuentren. Pruebas: En Israel viven más de 6 millones de judíos, y el presidente de Irán Mahmoud Ahmadinejad manifiesta que quiere borrar a Israel del mapa. Irán quiere finalizar la construcción de una bomba nuclear, y tener así la capacidad de desplegar un genocidio rápido y eficaz. Irán equipa y da asistencia económica a Hamas y Hizbollah, bandas terroristas con presencia en la franja de Gaza y el Líbano respectivamente, que buscan la destrucción de Israel. Irán es responsable a través de Hizballah del atentado a la AMIA, es decir, una agresión perpetuada contra una institución judía (no israelí) en Argentina (no en Medio Oriente). Está claro que Irán no solamente quiere atacar desde su territorio, sino también desde otros lugares donde tiene colaboradores y sicarios; no solamente a través de sus propias fuerzas militares y terroristas, sino también a través del financiamiento del terrorismo internacional; no solamente a Israel, sino también en otras latitudes donde se encuentren judíos.

En definitiva, si hay algo que los argentinos deben saber, es que Irán cometió el atentado en su país en desprecio a los derechos individuales de todos sus ciudadanos, no solamente de las víctimas del mismo (para el terrorismo mientras más víctimas haya, mejor). Si hay algo que las comunidades judías deben exigirle a sus dirigencias, es claridad, precisión, honestidad y transparencia, no solo en lo discursivo, sino en las acciones concretas. Si las dirigencias pretenden ser servidoras de las comunidades y asumir funciones de liderazgo y representación, deben estar a la altura de las circunstancias, y conocer y reconocer cuando hay un enemigo que pretende aniquilar a los representados (sin olvidar que ellas están incluidas también entre las potenciales víctimas). Y si hay algo para lo cual los judíos deben estar preparados, es el momento en el cual el enemigo feroz y brutal desate finalmente  su violencia definitiva a gran escala en una contienda de vida o muerte. Cada uno podrá aportar desde su lugar y en la medida de sus posibilidades. El primer paso es hacer lo contrario a la parte de la dirigencia comunitaria que incurrió en prácticas lamentables de mirar hacia otro lado; es decir, hay que focalizarse y empezar por conocer y reconocer al enemigo: el islamismo de Irán. A partir de eso, se puede actuar con contundencia.            
             


[1] La declaración es ficticia, y es puesta únicamente a modo de ejemplo ilustrativo del punto tratado.
[2] Ídem
[3] No queremos emplear aquí la palabra “reconocer” en el sentido de brindar legitimidad a la otra parte. El islamismo es ilegítimo, y solo lleva a la repugnancia moral. El empleo del vocablo va dirigido en sentido de reconocimiento del hecho de la existencia de un enemigo.  

jueves, 9 de mayo de 2013

Conoce a tu enemigo: quiénes son los que buscan la destrucción de Israel.



Conoce a tu enemigo: quiénes son los que buscan la destrucción de Israel.
Ezequiel Eiben
8/5/2013
28 Iyyar 5773

Por medio de su obra máxima “El arte de la guerra”, aprendemos del estratega militar chino Sun Tzu que debemos conocer al enemigo y conocernos a nosotros mismos, en orden a ser exitosos en la guerra. Como en otros artículos ya hemos desarrollado los pertinentes análisis sobre lo que Israel es y representa, y la ética basada en principios racionales y coherentes que debe seguir para alcanzar el triunfo, es decir, ya hablamos sobre el conocimiento de nosotros mismos; nos concentraremos ahora específicamente en el tema de conocer al enemigo, aquél que pretende dañar, deteriorar, destruir a Israel. 
“Conoce a tu enemigo” es una premisa básica que debemos sostener a la hora de un enfrentamiento. ¿Qué implica esto? Que reconocemos la naturaleza de aquello que se nos opone, somos capaces de identificarlo y definirlo, y entendemos sus características y finalidades. Conociendo al enemigo desarrollamos una clara visión sobre qué es precisamente lo que nos separa de él, lo hace distinto y encuadra como un rival. Integrando y relacionando el conocimiento que tenemos sobre Israel con el conocimiento que podemos adquirir sobre sus enemigos, clarificamos la línea divisoria que hay entre las correspondientes causas. Notamos qué bandos hay, y quién y por qué está en cada lado.
Hay una importancia capital en este tema, ya que la claridad en las ideas es un valor indispensable y un requisito ineludible para que Israel triunfe. La munición intelectual permite a los defensores de Israel teorizar sobre el objeto de estudio y comprenderlo, y desde el plano de las ideas explícitas derivar un plan de acción consecuente, la construcción de un modus operandi que refleje en la práctica lo sostenido en principios abstractos. Las ventajas que reportan la explicitud y la coherencia se traducen en mayores oportunidades para Israel en la guerra que los enemigos han iniciado en su contra y que mantienen durante ya largas décadas, poniendo a prueba integridad y resistencia. En este punto conviene citar nuevamente a Sun Tzu (1):

Si conoces a los demás y te conoces a ti mismo, ni en cien batallas correrás peligro; si no conoces a los demás, pero te conoces a ti mismo, perderás una batalla y ganarás otra; si no conoces a los demás ni te conoces a ti mismo, correrás peligro en cada batalla.

Valiéndonos de la enseñanza para el caso que nos compete, decimos que Israel debe conocerse y conocer a sus enemigos, ya que de lo contrario se estará arriesgando a perder batallas; situación que el Estado Judío debe evitar a toda costa, ya que cada batalla puede ser definitiva, terminante, como veremos a continuación.
Entonces, ¿quiénes son los enemigos de Israel? Se pueden reunir en dos grupos, y un tercero que según el caso se relaciona con uno o con otro. En el primero se alinean quienes están enfrentados de manera más directa, abierta y explícita al Estado Judío y su sociedad. En el segundo, aquellos que lo hacen de manera indirecta, solapada, implícita. En el tercero, quienes se van acomodando por conveniencia o afinidad ideológica. Pasemos a revisar esta clasificación.
Respecto del primer grupo, hemos escuchado decir que la guerra de Israel, como en el caso de Estados Unidos, es contra el terrorismo. Ahora bien, ¿decir esto es realizar una correcta y suficiente identificación del enemigo? ¿Es el terrorismo en sí el rostro del enemigo, o debemos escavar más para llegar a la base, a lo que sirve como soporte de la práctica terrorista, siendo esta última una manifestación de eso que se encuentra allí abajo? Quien nos provee una respuesta es el Dr. Yaron Brook (2):

¿Con quién estamos en guerra? (…) El presidente Bush nos ha dicho que estamos en guerra con terroristas. Yo igualo eso con decir que después de Pearl Harbour, cuando Japón atacó Estados Unidos, estábamos en guerra con luchadores kamikazes. Tú no peleas contra una táctica, no estás en guerra con una táctica. El terrorismo es una táctica. Las fuerzas contra las que estamos en guerra, algún día pueden tener tanques (…). En el futuro cercano pueden tener una bomba nuclear. ¿Eso todavía los hace terroristas? ¿Eso hace que la guerra sea diferente porque ahora luchamos contra un ejército? Entonces, yo no creo que estemos en guerra contra el terrorismo. (…) Tenemos que buscar la fuente ideológica del terrorismo para identificar al verdadero enemigo. (…) Estados Unidos estaba en guerra, en la Segunda Guerra Mundial, con el imperialismo japonés que motivaba y dirigía los luchadores kamikazes, y con el nazismo. Estábamos en guerra con una ideología, con gente que creía en esa ideología y aun no creyendo en ella luchaba por esa ideología. (…) La guerra en la que estamos hoy (…) es contra una ideología similar. La similitud es que es una ideología totalitaria. Es una ideología que cree en la conquista, no solo en la conquista territorial sino también en la conquista del alma humana. Es una ideología que quiere dictar cada aspecto de la vida humana. Es una ideología a la que yo llamo totalitarismo islámico, porque el islam es la forma que este totalitarismo adopta. (…) Ellos creen que el islam debe gobernar todos los aspectos de la vida, no debe haber separación entre Estado y religión, y aquellos que no adhieren son ciudadanos de segunda clase o merecen la muerte. (…) Y ellos creen en la expansión de esta ideología. No solo quieren un pequeño pedazo de tierra. Una primera meta es establecer un imperio en el Medio Oriente, hasta que se liberen todas las tierras que una vez pertenecieron a un imperio islámico, y al final el objetivo es la dominación del mundo. (…) Esto ha sido siempre un objetivo del totalitarismo. Ellos nunca se satisfacen con oprimir a la propia población o solo con oprimir a la población a su alrededor; ellos quieren la dominación mundial.    

No es la táctica terrorista contra lo que Israel está en guerra. El terrorismo es el medio de expresión de una ideología subyacente a la aplicación de tan horrorosas prácticas. El enemigo fundamental de Israel es el islamismo, la doctrina política totalitaria basada en el islam que pretende la desaparición del Estado Judío, el exterminio de los judíos, y en última instancia el establecimiento de un gobierno (chiita) o califato (sunita) mundial bajo el imperio de la Sharia, la ley religiosa islámica.
La naturaleza de este enemigo es la ideología totalitaria con fundamentos religiosos islámicos implementada en un programa político para el sometimiento de todo el orbe, mostrando especial ahínco en un primer momento por la destrucción de Israel. La concreta identificación de este enemigo la vemos en esta ideología encarnada en los gobiernos, bandas terroristas y demás grupos afines, compuestos por fanáticos y fundamentalistas criminales, que implementan sus recursos en la difusión e imposición del islamismo. Pasemos ahora a un pormenorizado recuento de las características y finalidades de este enemigo de Israel:
A) Colectivismo: No hay consideración del individuo como un fin en sí mismo, sino como un medio para los fines de los demás. Lo primordial no es la libertad de cada persona para vivir su vida acorde a sus proyectos personales; en vez de eso, se busca que estas sean sujetos subyugados bajo el islam (literalmente, “sumisión”), cumplidoras de los dictámenes de origen supremo y preceptos religiosos inexcusables. El proyecto del islam y la realización solamente a través del islam, “la verdadera fe”, es lo que cuenta. También, hay una notoria agresividad en la consideración colectiva a grupos no islámicos, a modo de discriminación general, como reglas sin excepciones. Transcribimos una prédica colectivista de un imán como ejemplo sustentador (3):

Los Sionistas (Judíos) y Cruzados (Cristianos)…los enemigos de Alá, los descendientes de monos y puercos… son la escoria de la raza humana, las ratas del mundo, los violadores de los pactos y acuerdos, los asesinos de los profetas, y sí, ¡son descendientes de puercos y monos!
(…) Lean la historia, y entenderán que los judíos de ayer son los padres malvados de los judíos de hoy, quienes son una descendencia maldita, infieles, distorsionadores de las palabras de los demás, idólatras de becerros, negadores de los profetas y sus profecías, a quienes Alá ha maldecido y los ha vuelto puercos y monos… Esos son los judíos, hacedores de mentiras, obstinados, amadores de lascivias, del mal y de la corrupción.

B) Altruismo: Se exige el sacrificio de todas las personas subyugadas. Los musulmanes deben obedecer su religión, específicamente la interpretación que de ella haga la corriente política dominante, para contribuir al sostenimiento de la sociedad islamista. Los no musulmanes deben renunciar a sus valores, creencias y tradiciones en beneficio del islam y convertirse al culto de Muhammad, que debe marcar la tendencia de la cultura e imponer modo de vida; los dhimmi (judíos y cristianos que pueden ser minorías toleradas) deben resignarse a vivir como ciudadanos de segunda clase satisfaciendo las necesidades de los de primera clase con impuestos especiales y trabajos esclavos; o bien estos pertenecientes a otros credos deben soportar el sacrificio máximo que es perder la vida, en este caso por la pureza del islam y la prolijidad de la sociedad islámica. En los discursos del ayatollah Alí Khameneí de Irán se puede escuchar la apelación al altruismo y al sacrificio del pueblo para el sostenimiento de los logros de la Revolución Islámica en el país persa. Ejemplo de lo señalado es la apertura de su mensaje por un aniversario de la guerra Irán-Irák (4):

(…) Tengo en alta estima el nombre y recuerdo de los honorables mártires quienes gozan de una elevada posición, por lo que le pido a Dios, el Altísimo, que les otorgue e lugar que se merecen en el Paraíso. Asimismo, envío mis saludos, mis respetos y sincero aprecio a los nobles familiares y altruistas que con su paciencia y resistencia sin igual, hicieron brillar el rostro de Irán en la historia. Hoy, con el desarrollo y el esplendor del país y su profunda influencia en el despertar del Mundo Islámico, se ha manifestado nuevamente el valor de la lucha y el sacrificio de nuestros queridos mártires. Agradecemos a Dios Prudente y Poderoso, que nuestra sangre no fue derramada en vano pues dichos sacrificios le dieron una vida nueva a la nación islámica.

C) Totalitarismo: Las sociedades gobernadas por el islamismo deben tener un sistema jurídico basado en la Sharia. Todos los aspectos de la vida del hombre, desde lo público hasta lo privado, desde las relaciones sociales hasta el fuero íntimo, tienen que estar regulados a través del derecho impuesto por la autoridad. La Sharia conlleva la legalización de penas salvajes como amputación de manos y lapidación, entre otros castigos; y la injustificable sanción de delitos sin víctimas como la ingesta de bebidas alcohólicas, con sus correspondientes sanciones. Todo esto está montado a través del establecimiento de un Estado totalitario represor de la disidencia. Tras varios años de registros de asesinatos a civiles vehiculizados por medio del brutal aparato burocrático de Irán, que se especializa en el terrorismo de Estado, resultan irónicas y de mal gusto las palabras esbozadas por el asesino ayatollah Ruhollah Khomeini acerca del liderazgo islámico (5):

No le teman a walayat al-faqih (gobierno del jurista). Un jurista no quiere oprimir al pueblo. Si un jurista quiere oprimir al pueblo, ya no tiene más el poder de gobernar. Es el islam y el islam brinda las reglas de gobierno. (…) Walayat al-faqih es un gobierno sobre asuntos asegurando que estos no se salgan de lugar. El jurista observa al parlamento y al presidente para asegurar que ellos no tomen un paso equivocado. Observa al primer ministro para asegurar que no realice una acción incorrecta. Observa todos los órganos de gobierno. Observa al ejército para asegurar que no actúen en oposición. Queremos prevenir que se levanten dictadores; nosotros no queremos convertirnos en dictadores. Somos anti-dictadores. Walayat al-faqih está en contra de las dictaduras; no es una dictadura.             

D) Misticismo: El origen del gobierno islamista no está asentado en una racional declaración de principios. La ideología no se fundamenta en un estudio científico abarcador de la naturaleza humana. Los islamistas explican su poder alegando que el Corán contiene la verdad de Allah, y que ellos son los portadores de esta verdad religiosa islámica; por lo cual tienen el derecho de imponer el credo de Muhammad, sus irracionalidades, arbitrariedades y delirios, a lo cual le suman sus propias irracionalidades, arbitrariedades y delirios. La concreción de un gobierno tirano basado en la fe religiosa, en vez de una sociedad con principios filosóficos racionales de libertad para los individuos, encuentra su punto culminante en el levantamiento de una teocracia islámica. Se gobierna en nombre de Allah, y se vive para Allah. Para ilustrar este punto, citamos el artículo 1 de la Carta Fundacional de Hamas, grupo terrorista que quiere establecer un gobierno teocrático en lo que considera la Palestina histórica perteneciente al islam (6):

El programa del Movimiento es el islam. De él extrae sus ideas, sus maneras de pensar y su comprensión del universo, de la vida y del hombre. A él remite el juicio en toda su conducta, y en él se inspira como guía de sus pasos.       

E) Expansionismo: El islamismo no se conforma con el gobierno sobre la actual cantidad de tierras que posee, ni con la destrucción de Israel y el establecimiento allí del dominio islámico. La conquista del mundo entero es su objetivo máximo y final, y prometen no detenerse hasta conseguirlo. Sus planes son continuar la dominación por medio de la violencia de las tierras que poseen, seguir esclavizando inocentes, ampliar los territorios conquistados a través de la jihad (guerra santa), proliferar las acciones terroristas, y afianzarse como potencias nucleares. El plan de expansionismo violento en cumplimiento del deber religioso de la jihad se evidencia en declaraciones como la de Ahmed al-Ja'abari, líder del ala militar de Hamas (7):

Valientes luchadores jihadistas, ustedes sacrifican sus almas por el bien de Allah, hasta que las ratas (por los israelíes) regresen a sus hoyos. Hoy Gaza, y mañana, por la voluntad de Allah, Jerusalén, y mañana el West Bank, y después Haifa, Jaffa, y Tel Aviv. Hasta la liberación de la patria, de toda Palestina.

Respecto del segundo grupo de enemigos de Israel, es menester decir que en verdad también son rivales de cualquier sociedad que pretenda ser libre y estar edificada en el principio de no agresión. El detalle es que a su modo de pensar (o no pensar, como es mejor decir en algunos casos) le agregan un contenido judeofóbico que se ahínca en un particular ensañamiento contra el judío de los países. Es por esto que califican como especiales enemigos de este último. Entonces, ¿qué corrientes de pensamiento, ideologías, doctrinas y dogmas encierran literalmente este odio a la existencia, a la libertad, a la razón humana y a Israel?
A) Relativismo posmoderno: En primer lugar, vamos a la base filosófica que provee el pan para sus derivados. Académicamente aceptado en nuestros días, absorbido por millones de estudiantes occidentales alrededor del mundo, pregonado hasta por las más conocidas universidades y facultades de filosofía, el relativismo posmoderno niega los absolutos y la realidad objetiva. Como su nombre lo indica, intenta ser una vanguardia intelectual en contra de viejos órdenes tomando como un pilar fundamental que todo es relativo (contradicción en términos aparte). Como “todo es relativo”, “depende de donde se mire”, “no existe la objetividad”, y “nadie puede hablar con la verdad”, los fundamentos racionales que uno puede tener para criticar al islamismo por su totalitarismo y a su táctica terrorista por violenta e inhumana, quedan destruidos, o perdidos en el mar confluyente de visiones parciales igualmente valederas. El desarme metafísico-epistemológico al que es sometido el hombre por el relativismo posmoderno lleva a la impotencia, al error y a la arbitrariedad. Si no podemos conocer la realidad, si nuestra mente es una farsa y la moral es mera subjetividad imposible de tener raíz universal o soporte en la naturaleza humana, ¿quiénes somos nosotros para juzgar la forma de vida de los demás? Por consiguiente ¿quiénes somos nosotros para juzgar cuando esa forma de vida nos perjudica? Y más aún ¿quiénes seríamos nosotros para juzgar que esa forma de vida es mala llegado el punto en que nos la quieran imponer? De tal modo, algunos pensadores alineados a estas ideas, y militantes del socialismo y de la progresía, sostienen que el terrorismo contra Israel puede ser legítimo, que el islamismo es simplemente otra cultura a la que no podemos cuestionar con pretensiones de superioridad moral, y que Israel es culpable por no poder convivir con lo distinto. Y por supuesto, no hay que olvidarse de los que utilizan la máscara de amigo de los judíos para deslizar con sutileza su judeofobia en las aguas turbulentas de lo posmoderno pretendiendo que pase desapercibida. Elocuente muestra de esta bajeza la brinda el filósofo Salvador Pániker en su artículo “Israel, un error ya consumado” (8):

Algunos amamos tanto a los judíos que preferiríamos tenerlos entre nosotros, diseminados, diluidos, enriquecedores, fértiles, cruzados con los gentiles, en vez de tenerlos aislados en un Estado nación artificial que sólo ha generado desgracias desde su nacimiento. Porque nos reconocemos en los grandes -y pequeños- nombres de la diáspora. Porque somos herederos de Newton, Einstein, Freud, Marx, Spinoza, Proust, Kafka, Wittgenstein, Lévi-Strauss, Mendelssohn, Mahler, Schönberg, Gershwin, Chagall, Modigliani. Y de Woody Allen, Billy Wilder, Noam Chomsky. Y porque al menos 170 premios Nobel son judíos. Y etcétera, etcétera.
Quiere decirse que muchos pensamos que la creación, en 1947, de un Estado de Israel fue un error histórico, acaso inevitable, pero un error al fin. Un error que, entre otros males, ha generado el de la perpetua humillación del pueblo árabe. El propio Arthur Koestler, que era judío, consideraba que "la resurrección, al cabo de dos mil años, de Israel como nación es un fenómeno aberrante de la historia". Y lo mismo pensaban muchos otros intelectuales judíos de la época, entre ellos Hanna Arendt. Y hasta el propio Primo Levi, el judío italiano que sobrevivió a Auschwitz, declaró una vez que la creación del Estado de Israel era "un error en términos históricos".
Cabía pensar, por consiguiente, que una vez consumada la intrusión, por lo menos Israel se comportaría con humildad y moderación. Cabía esperar que, siguiendo el consejo de Yehudi Menuhin, israelíes y palestinos lo compartirían todo. Pero, en vez de ello, a la menor provocación, Israel ha respondido con criminal brutalidad (…).

B) Progresía internacional: El liderazgo político occidental a gran escala ha sido seducido por la corriente del progresismo. Para auspiciar sus programas políticos deben remitirse a que son la “opción progresista”, es decir, los que conducen al progreso de la sociedad. Ahora bien, más que conseguir progreso sus sistemas desembocan en crisis como las que azotan a zonas de Europa y Latinoamérica. Resulta adecuada la frase que dice “progresista es a progreso lo que carterista es a cartera”. Como dijimos anteriormente, a estos representantes políticos no les agrada la libertad individual. Sus sistemas son violadores de los derechos individuales, y en sus opiniones demuestran que no quieren que en Israel se ejerza un derecho básico que es el de autodefensa. ¿Qué resulta de esto? Se callan la boca cuando Israel está bajo fuego, y ponen el grito en el cielo cuando Israel se defiende de los ataques que recibe. Los Estados con gobiernos progresistas que tienen muchos lugares en la ONU, aplican un doble standard para evaluar a Israel, a quien constantemente ponen bajo la lupa. Por un lado, con una vara estricta juzgan al Estado Judío y con una vara permisiva juzgan a sus enemigos, en un juego de doble moralidad perverso y asqueroso que solo macabros personajes pueden desarrollar. Por otro lado le hacen exigencias, reclamos y demandas a Israel para que tenga un standard moral en la guerra que ni ellos mismos podrían alcanzar o siquiera llegarían a molestarse en intentarlo. Relativismo posmoderno presente en varias de estas posiciones no objetivas. Ejemplos de países, como España, han tenido largos años de política exterior con tintes judeofóbicos, actuando en contra de Israel en la ONU y financiando a algunos de sus enemigos. Agrupaciones se suman a la judeofobia y al doble standard progresista, y organizan campañas como la llamada “Semana contra el apartheid israelí”, donde dejando convenientemente de lado los ataques que sufre Israel por parte de asesinos, se dedican a calumniarlo y difamarlo. Una muestra extraída de su presentación en su página web (9):

La Semana contra el Apartheid Israelí (ScAI) consiste en una serie de eventos anuales de carácter internacional (incluyendo reuniones, charlas, actos culturales, exhibición de películas, exposiciones online y acciones de boicot a Israel) que se llevan a cabo en ciudades y campus de todo el mundo. El año pasado la ScAI fue increíblemente exitosa con más de 215 ciudades participantes a nivel global. La ScAI busca aumentar la concienciación sobre las políticas de apartheid en Israel hacia los palestinos y construir apoyos para la creciente campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones (BDS) contra Israel.

Respecto del tercer grupo, reiteramos que pueden desdoblarse en alianzas, apoyos e identificaciones con cualquiera de los dos grupos anteriores. Sus manifestaciones actuales en referencia al tema son, antes que nada, anti-israelíes y judeofóbicas; a partir de eso viene el encuadramiento en uno u otro foco de pertenencia. Pueden llamar a la destrucción de Israel y colaborar con quienes lo amenazan, o pueden adoptar una postura progresista con apariencia de relajación en el camino a dañar al Estado Judío. Pueden darse arengas expresas para la desaparición de Israel; o bien manifestaciones que, bajo el disfraz de la corrección política (el cual no resiste indagación seria), pueden catapultar a su vocero al grupo de los enfrentados directamente contra Israel. También los de este grupo desprecian la libertad y los derechos individuales, y enconan su visión cuando se trata de Israel. Así, mientras que no cuestionarían la existencia de las otras sociedades, solamente el grado de libertad de las mismas; el cuestionamiento hacia la sociedad israelí es existencial: no es que debería existir con menos libertad, sino que no debería existir en absoluto. ¿Quiénes son los que integran esta sección?
A) Socialismos: Estos colectivismos, coincidentes en el fondo en su vocación de dominación sobre las personas, también están hermanados en su desprecio por Israel. Lo que puede variar es el nivel al que lo expresen, la graduación en que lo sientan. Esto los lleva a afiliarse al primer o segundo grupo. Así, relacionado con el primer grupo tenemos por ejemplo al socialismo gobernante en Venezuela que es colaborador directo de Irán, Estado cuyo gobierno quiere borrar a Israel del mapa. Además de prestar sus servicios a quienes organizan un genocidio contra los judíos, este socialismo se ha dedicado a desacreditar a Israel y propagar mentiras sobre su proceder en cada oportunidad que ha tenido. Famosas fueron las palabras maliciosas del ya fallecido tirano Hugo Chávez en ocasión de la acción defensiva israelí sobre la flotilla financiada y abordada por terroristas en el año 2010 (10):

Ustedes no ven la masacre que el Estado genocida de Israel cometió contra un grupo de pacifistas que iban llevando una carga humanitaria al pueblo palestino que está en Gaza rodeado por todos lados por Israel. No les permiten ni agua. (…) Como es Israel se le permite de todo. (…) Aprovecho para condenar de nuevo, desde el fondo de mi alma y de mis vísceras, al Estado de Israel. ¡Maldito seas Estado de Israel!, maldito seas. Terrorista y asesino. ¡Y viva el pueblo palestino! Pueblo heroico y pueblo bueno.      

Como socialismo vinculado al segundo grupo, tenemos el ejemplo del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). Su líder que fue presidente de España, José Luis Rodríguez Zapatero, criticó durante todo su mandato a Israel, acusándolo injustificadamente, llevando adelante una política exterior favorable a la Autoridad Palestina, y estableciendo equivalencias morales entre la autodefensa israelí y la agresión violenta del grupo terrorista Hamas que gobierna en Gaza. Citamos aquí sus palabras durante la Operación Plomo Fundido, con la cual Israel se defendió de los ataques terroristas de Hamas (11):

La operación del ejército israelí ha causado ya más de 500 muertos y miles de heridos, muchos de ellos entre la población civil palestina. También israelíes han muerto bajo el fuego de los cohetes que se siguen disparando desde Gaza (…). El gobierno español ha sido tajante en su condena, y hoy quiero reiterar mi enérgico rechazo tanto de unas conductas irresponsables y provocadoras de ruptura de la tregua (por Hamas) como de las reacciones absolutamente desproporcionadas y contrarias al derecho internacional humanitario (por Israel). Unas y otras, solo conseguirán sumir a la región y a los pueblos que la habitan, de nuevo en la desesperanza y en la frustración. (…) No hay una solución militar a la crisis. Y desde la amistad con el gobierno de Israel, tengo que decir a sus responsables que este no será el camino que lleve a la paz y a la seguridad de su pueblo (…).

En conclusión, Israel debe conocer concretamente a sus enemigos para poder derrotarlos de manera definitiva y obtener el triunfo en esta guerra que han iniciado en su contra. No se deben confundir las tácticas empleadas con las ideologías que las implementan y que dan sustento a la agresión. Israel tiene que concentrarse en las causas y destruir los cimientos de sus enemigos.
Estos rivales actuales podrán tener diversas manifestaciones de forma, pero tienen coincidencias de fondo. Son colectivismos dispuestos a someter vidas humanas, y portadores de una arraigada judeofobia que se manifiesta en ataques físicos y/o calumnias contra los judíos y contra el Estado Judío.
En un punto también coinciden los enemigos, y esto constituye una demostración más de por qué Israel no debe transigir con ellos (pertenezcan al grupo que pertenezcan) y por qué debe imponerse con contundencia y no ceder espacio a la maldad: todos los aquí mencionados odian a Israel, no a pesar de sus virtudes, sino precisamente por sus virtudes. Les molesta Israel, por ser Israel y existir, y por ser de la manera en que lo es. Los islamistas no pueden soportar un país con personas racionales, desarrollo científico y tecnológico en pos del progreso humano en amplios sectores, medidas de libertad individual en la esfera civil y política, y felicidad sin culpa en los hogares; en vez de obedientes sumisos al misticismo religioso islámico. Los posmodernos no pueden soportar que el triunfo de Israel contra el desierto y contra sus enemigos armados represente un indudable triunfo de la razón y la justicia objetiva; en vez de que haya una demostración que la racionalidad, la moral y la industria son un fracaso. Los progresistas no pueden soportar el orgullo, el heroísmo, y la independencia israelíes; en vez de ver un sometimiento completo a la corriente masificada de la corrección política. Los socialistas no pueden soportar la iniciativa individual y la férrea defensa propia en Israel; en vez de un rendimiento a lo colectivo y una renuncia a quienes pretenden dominar a los pueblos.
Te odian, Israel. Te quieren destruir. Conoce quiénes son. Tienes todo para ganar.    

Bibliografía:
1) Sun Tzu; El arte de la guerra
2) Dr. Yaron Brook - Israel and the West's War against Islamic Totalitarianism
http://www.youtube.com/watch?feature=player_embedded&v=wZVNYH5aR9E
3) Corán: ¡Muerte a los infieles! - Dawlin A. Ureña
http://www.antesdelfin.com/coranfuentedeodio.html
4) Mensaje del Líder Supremo en Ocasión del Aniversario del Inicio de la Guerra Impuesta
http://www.tercercamino.com/index.php/mundo-islamico/item/1819-mensaje-del-l%C3%ADder-supremo-en-ocasi%C3%B3n-del-aniversario-del-inicio-de-la-guerra-impuesta
5) A role-model of leadership - Imam Khomeini
http://www.islamtimes.org/vdcj.hetfuqeyx29zu.html
6) Carta fundacional de Hamás
http://www.mexicodiplomatico.org/lecturas/carta_fundacional_hamas.pdf
7) Head of Hamas' military wing Al-Ja'abari: Liberate all of "Palestine" from "the rats" (Israelis)
http://www.palwatch.org/main.aspx?fi=450&fld_id=450&doc_id=1145
8) Israel, un error ya consumado - Salvador Paniker
http://elpais.com/diario/2010/04/21/opinion/1271800812_850215.html
9) La Semana contra el Apartheid Israelí 2013
http://apartheidweek.org/es/frontpage
10) Chávez maldice a los judíos de Israel
http://www.youtube.com/watch?v=dkEUPDd6C8Y
11) Mensaje institucional de Zapatero sobre la masacre en Gaza
http://www.youtube.com/watch?v=mglC38Qv6HU