jueves, 30 de diciembre de 2010

Daño y esclarecimiento de WikiLeaks

Daño y esclarecimiento de WikiLeaks

Julian Assange, fundador de WikiLeaks, es un criminal; no cabe duda al respecto. Esta organización internacional que preside (cuyo nombre significa “filtración”), dedicada a la publicación de documentación política y diplomática, ya sea de países o empresas, ha demostrado lo que es capaz de hacer sin reflexionar en las consecuencias desastrosas para la humanidad que sus acciones pueden traer aparejadas.
Los defensores de Assange escudan su proceder bajo el lema de la libertad de expresión, que si bien es un derecho básico para el mundo libre y debe ser reconocido en todo ordenamiento jurídico, no cesa en ocasiones como ésta de ser politizado y consiguientemente, manipulado. El uso de un derecho es lo correcto; el abuso implica ejercerlo contrariando los fines que la ley tuvo en miras a la hora de reconocerlo, o para menoscabar injustamente los derechos de los otros.
La libertad de expresión de WikiLeaks se ha empleado para destruir el derecho a la privacidad, el secreto de Estado por razones de seguridad y la clasificación de información por motivos de prevención. Las habilidades y precauciones que debe tener un Estado para manejar sutilmente datos sensibles que tratan asuntos de fragilidad, adoptando los medios necesarios en consecuencia para evitar la divulgación susceptible de originar conflictos (crisis diplomáticas, boicots, guerras) parece no importarle a WikiLeaks, que con tal de alcanzar fama y renombre, cierra los ojos y prosigue su campaña. Posicionarse en contra de WikiLeaks no es equivalente a defender el secretismo de políticas corruptas de los Estados, a ocultar fechorías de los dominadores del mundo. No es sinónimo de ser un encubridor de falsedades y traiciones. Estar en contra de lo hecho por WikiLeaks no es favorecer negociados y trampas de los dirigentes políticos y funcionarios diplomáticos; es reconocer el riesgo inherente de ciertos informes que ameritan la cautela, y querer que sean manejados con la responsabilidad que corresponde. Una persona de bien no puede estar a favor de encubrir deliberada explotación económica de un Estado dominante que genera extrema pobreza en otro sometido sin posibilidades de defender sus derechos; o de ocultar terrorismo promovido por gobiernos fascistas que crean y proveen de armamento a organizaciones terroristas en distintos países para atacar a democracias a través del asesinato de sus civiles. Pero una persona de bien sí puede reclamar el derecho de un país a resguardar estrategias militares, negociaciones diplomáticas que solo pueden ser encaminadas si se evita la injerencia de extraños, y comunicaciones que en protección de la soberanía e intereses nacionales solo deben llegar a su receptor auténtico.
La responsabilidad de Assange en esta afrenta a Estados democráticos como Estados Unidos revela, a la vez, la otra cara de WikiLeaks. No precisamente la de la valentía que aclaman sus defensores por meterse con los secretos estatales, sino la contraria: la cobardía. Caroline Glick en su artículo “El desafío de WikiLeaks” explica magistralmente: “Fundada en 2006, WikiLeaks se suponía que sirviera a la causa de la libertad. Afirmaba que defendería a los disidentes en China, la ex Unión Soviética y otros lugares donde los derechos humanos continúan siendo un término vacío. Pero luego China hizo la vida difícil para WikiLeaks y así cuatro años mas tarde, Assange y sus colegas declararon la guerra a los EEUU, asumiendo correctamente que a diferencia de China, EEUU recibiría sus ataques yaciendo acostado. ¿Por qué tomar riesgos para defender a los disidentes en un Estado policíaco cuando es tanto mas fácil y mucho más compensador tratar de destruir las sociedades libres?”. En vez de combatir los totalitarismos que constituyeron la razón de su génesis, Assange y compañía optaron por el facilismo, la mediocridad, el oportunismo político y la fama a cualquier precio. No les importó traicionar sus ideales ni los principales objetivos que los nuclearon para trabajar. Salir en las tapas de los diarios y revistas fue lo que primó a la hora de planificar el sabotaje a la democracia y la rendición frente al totalitarismo. Atacar con toda la artillería pesada a la contraparte de lo que era el blanco originario, es una tácita bandera blanca frente al cerramiento de los monstruosos regímenes antidemocráticos ejemplificados por Glick. El slogan característico de WikiLeaks “Descubrimos los gobiernos” debería ser modificado a “Descubrimos ciertos gobiernos que no nos complican demasiado las cosas y que nos hacen el trabajo fácil y llevadero; ya no queremos descubrir a gobiernos si no lo vemos como redituable”.
Por otra parte, fuera de todo el daño que WikiLeaks le ha propiciado a Estados Unidos tras inferirle estocadas a su conducción de la política internacional (con la publicación de más de 800000 documentos clasificados y 250000 cables diplomáticos), la movida ha contribuido, involuntariamente, a desmitificar una vieja concepción de los críticos acérrimos del país del Norte y de su aliado Israel: que la política internacional de Estados Unidos está dirigida o a lo sumo influenciada por un lobby sionista. Glick escribe: “WikiLeaks mostró que no hay un lobby israelí complotando para llevar a EEUU a una guerra para servir a los intereses judíos. Hay algo aproximado a un consenso internacional que Irán es la cabeza de la serpiente que debe ser cortada, como lo describió el potentado saudita”. Con respecto del plan nuclear de Irán, países árabes (dentro de ellos, Arabia Saudita primordialmente) piden a Estados Unidos el ataque a las instalaciones nucleares del Estado presidido por Mahmoud Ahmadinejad. Acorde a lo revelado, los mismos árabes sienten la amenaza que implica un Irán nuclear como centro de poder y hegemonía en la región, y esperan que tanto Estados Unidos como Israel se ensucien las manos y lleven a cabo la parte difícil del asunto: operación militar (el eufemismo utilizado es “cortarle la cabeza a la serpiente). En diversas partes del mundo se percibe lo que puede llegar a convertirse en una maquinaria de destrucción y poder indisputable, y por lo bajo se pide que esas intenciones sean frenadas a tiempo. Conspiradores, judeófobos, difamadores y compradores de los Protocolos de los Sabios de Sión: sus teorías han sido aniquiladas.
Pues bien, adentrándonos en el asunto nuclear, ¿Por qué querría Arabia Saudita un ataque contra Irán? Los motivos pueden ser varios. Recordar se debe que los saudíes son una potencia, y que Irán también lo es y pretende transformarse en una aún mayor. Pero en el plano ideológico e idiosincrático hay ciertas diferencias: si bien ambos son islamistas, Arabia Saudita es árabe mientras que Irán es persa, y Arabia Saudita es sunita wahhabista e Irán es chiíta. Hay una lucha en curso para ver quien está en poder del verdadero Islam, cual es la nación que triunfará en sus pretensiones de erigirse en auténticos voceros de Alá, y ostentará la hegemonía en el mundo islámico. Por supuesto, como potencias se celan y se miran de reojo, y cada una busca ser la dominadora en los campos armamentísticos y económico, y gozar del status de la más poderosa en Medio Oriente sin que pueda desafiársela.
Pero a pesar de todas las conjeturas que puedan hacerse acerca de los secretos revelados por WikiLeaks y de las disputas ostensibles en el tema del plan nuclear de Irán, no podemos dejar de prestarle atención a la opinión autorizada de Daniel Pipes en su texto “Jarro de agua fría a WikiLeaks”. El autor hace una primera observación: “Los árabes podrían estar diciendo a los americanos lo que creen que éstos quieren escuchar (…) Sus llamamientos pueden formar parte de un juego, que implica manifestar como propios los temores y los deseos de los aliados de uno”. Para fundamentar, cita a Lee Smith: “Las palabras que dijeron los saudíes ante los americanos no están concebidas para abrirnos una ventana transparente a la forma de ver el mundo, sino para inducirnos mediante la manipulación a satisfacer los intereses de la Casa de Saud”, y luego pregunta “¿Sabemos, o no, que están diciendo la verdad?”.
La segunda observación de Pipes apunta a la credibilidad del liderazgo árabe: “¿Cómo juzgamos la discrepancia entre lo que los árabes dicen a los interlocutores occidentales y lo que pregonan ante sus poblaciones? (…) Los pronunciamientos en público cuentan más que las comunicaciones en privado. Ninguna de las dos cosas ofrece una orientación infalible, dado que los políticos mienten tanto en público como en privado, pero lo primero es un mejor indicador que lo segundo”. Termina concluyendo sobre WikiLeaks que, “En último término, en lugar de aclarar lo que sabemos de las políticas árabes, nos puede distraer”.
Acostumbrados nos tiene el liderazgo árabe al doble discurso. Ciertas palabras dirigidas al público occidental, y generalmente las diametralmente opuestas al público oriental. Los términos dulces empleados o las confesiones proferidas por líderes árabes en medios de Occidente contrastan con el tipo de mensajes que suelen transmitir en sus propios países. Por lo que hay que ser precavidos a la hora de analizar la información revelada por WikiLeaks, ya que puede ser una trampa tendida entre las potencias orientales para hacer creer que hay deseos de una de atacar a la otra, cuando puede ser un plan concertado para utilizar a Occidente como carnada y hacerlo caer.
Rubén Kaplan escribe correctamente en “Irán y Arabia Saudí unidas por el espanto” que ambos países tienen en común “su odio visceral a Israel”. Por lo tanto, frente a la aparición de factores que podrían nuclearlos, la cautela de Occidente debe tener en cuenta declaraciones como la hecha por Ramin Mehman Parast, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán (citado por Kaplan en su artículo), sobre las diferencias que separan a las potencias orientales: ”sólo servirán a los intereses del régimen sionista y los enemigos de la región y el mundo musulmán “, agregando luego que “Irán y Arabia Saudita son dos grandes países de la región, con un potencial muy alto para la cooperación”.
En definitiva, WikiLeaks es causante de una gran herida a Occidente, por ahora principalmente a Estados Unidos (ya que las revelaciones continuarán e Israel es el siguiente país en mira), cuyas consecuencias son todavía de alcance inestimable debido a la potencialidad de sus daños. Assange tal vez pensó que la fama adquirida no solo le traería beneficios profesionales sino también para su vida personal, y le permitiría ejercer influencia y movilizar contactos para zafar ante la Justicia de las acusaciones por abuso sexual en su contra. Por otro lado, lo que puede extraerse contra los conspiradores judeofóbicos es que la política internacional de Estados Unidos que ha sido puesta al descubierto no está dirigiéndose por un lobby sionista que manipula a la potencia americana a su antojo. Arabia Saudita expresa tener una mayúscula preocupación porque Irán logre cumplir con su desarrollo armamentista y nuclear y llegue a estar en posesión de la bomba, y pide a Occidente que lo frene. Y respecto del análisis de la documentación, la recomendación y advertencia a los responsables del mundo libre de no caer en el juego discursivo y semántico de gente que ha demostrado en el pasado no tener problemas en mentir para utilizar a otros de manera engañosa como un medio para alcanzar sus maliciosos fines.

Ezequiel Eiben
29-12-2010
22 Tevet 5771

martes, 28 de diciembre de 2010

Vamos humanidad

Vamos humanidad

Todavía podemos salir de esta. Vamos humanidad, un poquito más de fe en nosotros mismos. La historia entera desde su comienzo hasta nuestros días, nos ha demostrado que las más difíciles crisis pueden superarse en base a la superación personal. Tenemos que intentarlo, no nos demos por vencidos fácilmente. El mundo no puede dejar de ser ese lugar en el que todos queremos vivir en paz: primero porque corresponde que lo cuidemos por el solo hecho de tenerlo gratis; y segundo, porque no tenemos otro lugar. No hay otro lado donde ir.
Hay tantas dificultades que nos hacen bajar la cabeza hundiéndonos en la resignación, que parece que ya no hay salida y no hay motivo para seguir peleando, pues cada nueva batalla librada es tan en vano como su predecesora. Pero este parecer falaz y errático no debe implantarse en nuestra atrofiada mentalidad. Todas las guerras deben acabar, el reinado de la paz y la tranquilidad debe establecerse de una vez por todas. Debemos superar las etapas de las imposiciones por la fuerza, y llegar a la consagración de algo mediante el consentimiento libre y el reconocimiento de la equidad para todos.
¿Desde cuando es el odio quien dirige nuestros actos, perdiéndonos en los problemas que solo conseguimos generar? Es el amor quien debe retomar la posta. Es el amor quien debe ser la brújula que marque nuestro camino universal hacia el mutuo respeto. Y para que las palabras y los discursos no se queden en meras disertaciones de valores remotos tratando de resucitar ante urgentes situaciones, debemos ser consecuentes con nuestros actos. No es cuestión de resaltar solamente la importancia de respetar tal valor sin que efectivamente lo respetemos. Tampoco tenemos que acordarnos cada tanto de una moral en la que en un tiempo creímos, para defender el momento, y luego sepultarla nuevamente hasta quien sabe cuando volvamos a recordarla. Los valores universales que están inscriptos en toda la naturaleza humana, en cada rincón del mundo, no han de ser olvidados. Por el contrario, hay que elevarlos y defenderlos porque marcan nuestra mismísima esencia, que nos hace ser lo que somos, y que tarde o temprano terminamos aceptándola.
Vamos humanidad, que no todo está perdido. Hay tantas cosas que quedan por hacer todavía, que rendirse ahora y entregarse al mal que nosotros mismos hemos creado, sería tirar toda una historia por la borda. Por favor gente, despertémonos, porque está en nosotros. Aunque a veces cueste reconocerlo, bien por dentro lo sabemos: los únicos protagonistas del cambio vamos a ser nosotros. Nadie lo hará en nuestro lugar. El amor está creado para ser sentido por los mismos hombres que han sentido odio y han obrado desafortunadamente. Si tenemos el poder para corregir lo que hicimos mal, ya queda en nuestra fuerza de voluntad el hacerlo o no. Y ha llegado el momento especial, que indica que hay que actuar. Ya fuimos meros espectadores de un circo descontrolado durante mucho tiempo; ahora hay que actuar y corregir, y mantener lo bien hecho. El destino nos guiña un ojo y nos da nuevas oportunidades, pero no permitamos que todas vayan cayendo en el mismo pozo donde tristemente se acumulan las desperdiciadas, como consejos desoídos o lecciones que no aprendimos. Empecemos a tomar las chances y sacarles el máximo provecho posible. Por respeto a nosotros, a nuestros antepasados, a nuestros futuros hijos, también por piedad al mundo que lleva tantos años albergándonos sin todavía habernos expulsado por los crueles daños que le hemos proferido. Para hacer las pases con nuestra naturaleza, que por tantos desbordes bien podría ya habernos aniquilado para que descanse la tierra, y no lo hizo, porque sigue creyendo en nosotros y en la tenacidad que podemos llegar a desarrollar para sobreponernos a las pálidas. Y con D-os que nos ama y nos ilumina con su sabiduría para que podamos distinguir que es lo bueno y poder hacer lo correcto. Vamos humanidad, obremos como es debido. Como nosotros libremente queremos, sintiendo amor y en pos de la paz.
Ezequiel Eiben – 27-2-2009 -

Las Sombras

Las Sombras

La ciudad entera se quedó a oscuras. Ningún negocio quedó abierto, ningún peatón en la calle. Todo se sumió en la espesa negrura de la oscuridad impenetrable. Yo era el único osado que se atrevía a recorrer esas calles.
Desde hacía un año los habitantes vivían en el miedo. Desde que los apagones empezaron y llegaron las sombras tenebrosas, nadie se atrevía a enfrentar a las Sombras.
Esas figuras negras llegaban luego de la caída del sol, con el comienzo de la oscuridad. Proferían gritos de aquí para allá espantando al que estuviese cerca. Y es así que la pobre gente vivía desde hacía un año, cuando este fenómeno inexplicable comenzó. Y mi nadie me ayudaba. Repito, yo era el único valiente que quería enfrentar a las Sombras.
Aquella noche estaba completamente decidido. Llevaría a cabo mi misión, costara lo que costara. Lucharía contra las Sombras, aunque estuviese solo. Descubriría qué eran y como se las eliminaba. Por eso con la ciudad a oscuras me metí por los intrincados callejones del negro laberinto. Encontré un lugar seguro, desde donde podría planear mi ataque.
Mi respiración entrecortada sufrió un sobresalto cuando los aullidos escalofriantes comenzaron a escucharse. Ese griterío infernal de las Sombras era capaz de acobardar a cualquiera. Pero esa noche yo no sería un cualquiera.
Agudicé la mirada mas nada podía verse a distancia pues las figuras negras absorbían toda la luz y sepultaban al mundo en la negrura. Debería guiarme solo por los ruidos. Esperé tratando de que mi cuerpo tiritando y mis dientes castañeteando no fueran lo suficientemente ruidosos como para llamar la atención y revelar mi presencia.
Cuando escuché que se dirigían ami escondite, respiré hondo. Era el último momento que tenía para tomar coraje y salir al ataque. Comencé a experimentar la vorágine en mi interior. Los incontrolables deseos de hacer justicia por mis ciudadanos que vivían con temor, los impulsos imparables de querer luchar para terminar con el reinado de las Sombras.
Ya estaba. Era el momento. Proferí un sonoro grito de guerra y salí de mi escondite, más decidido que nunca a completar mi misión. Encendí las linternas que cargaba a todo su potencial, y apunté a las Sombras. Las primeras retrocedieron gritando. Por un momento pensé que mi táctica era exitosa, pero me llevé una desagradable sorpresa. La luz solo las afectó un instante y rapidamente en formación de urdimbre se aproximaron hacia mi, me atravesaron, luego me envolvieron. En un remolino negro fui llevado lejos de la ciudad, a un espacio oscuro que desconocía.
Estuve allí largo tiempo, escuchando los gritos terroríficos de las sombras. Tanto tiempo estuve, que aprendí su lenguaje. Y finalmente comprendí el fenómeno de las Sombras y sus gritos.
Las Sombras eran nada más y nada menos que nosotros, los habitantes de la ciudad, convertidos en nuestros peores miedos. Las negras figuras representaban las pesadillas, los temores, que por demasiados años dejamos que fuesen escalando en nosotros. Los miedos nos fueron comiendo, las inseguridades se fueron apoderando de nuestro ser, hasta materializarse en un ataque de nuestras propias Sombras. El espacio negro donde yo estaba era la mismísima conciencia de la ciudad. Allí habitaban las Sombras, nosotros mismos transformados en figuras oscuras que representaban nuestros propios miedos.
Allí en la conciencia de la ciudad, presencié el miedo de la ciudad. Lejos del progreso y de la alegría, se había sumido en ese negro panorama, en ese desagradable rincón del mundo que había olvidado el significado de la felicidad. El miedo de los ciudadanos envenenó a la ciudad y la convertimos en el lugar horroroso que era.
Luego de escuchar a todas las Sombras, fui liberado. Ellas solas me soltaron. Y comprendí, una vez que volví a la ciudad que conocía, que ahora mi misión era el doble de difícil. Ya había descubierto cuales eran nuestros miedos. Ahora tenía que convencer a los demás de enfrentarlos.

Ezequiel Eiben
27-5-2009

Entrevista a Edgardo Litvinoff - 11-7-2009

Entrevista a Edgardo Litvinoff

11-7-2009


Entrevisto aquí al periodista Edgardo Litvinoff, de La Voz del Interior, quien con verdadero compromiso nos responde acerca de la situación actual de los medios de comunicación, y nos da su visión sobre la relación entre el pueblo judío e Israel.

P/ ¿Cómo explicarías a una persona no judía el vínculo del pueblo judío, tanto del individuo religioso, como del no religioso con el Estado de Israel?

Le diría que se trata de un vínculo que está ligado a una historia del nacimiento y desarrollo de ese pueblo, un vínculo cultural e identidad similar al que liga a los italianos a Italia o a los españoles a España. También le diría que no se trata de una cuestión de fé, y que la idea de un "hogar nacional judío" tiene raíces similares al concepto de "nación" de todos los países que nacieron en el siglo XX, a partir de las ideas de la ilustración. Después, para cada judío significará algo distinto.

P/ El término Hasbará, que tantas veces utilizamos ¿Lo interpretás como un esclarecimiento objetivo de la información o un juicio subjetivo para dejar bien parados a los judíos frente a la opinión pública general?


Depende de quién y cómo lo haga. No creo que la DAIA haga lo mismo en ese sentido que Hejalutz Lamerjav. Tienen distintas funciones y roles, y por lo tanto ese concepto es distinto. No creo que la Hasbará "masiva" funcione. Se convierte en algo muy difuso que predispone a los demás a verlo como propaganda. Sí creo en la Hasbará interpersonal, esa que logra aportarle a un interlocutor datos y reflexiones que le sirvan para tener otra mirada de "lo judío". Pero para eso es imprescindible una buena formación educativa, formal y no formal, que debe ser el eje del esfuerzo de los movimientos juveniles, y debería ser el de la dirigencia comunitaria. Si se hace Hasbará sin saber bien de lo que se habla, es mucho más peligroso.


P/ Hoy en día vemos cómo diversos grupos por presiones económicas o actuando en pos de propios intereses, manipulan la información ¿qué recomendarías a la gente para buscar una buena fuente de noticias? ¿Es más creíble el periodista independiente que no trabaja para ningún grupo?

El tema es muy complejo, porque hoy resulta imposible pensar que son 3, 4 ó 20 grandes medios los que informan a la gente. Internet cambió todo, y todo está cambiando, a un ritmo que ni los grandes medios aún entienden. También creo que lo que a veces se interpreta como "presiones" o "intereses" es negligencia de los periodistas, o pura lógica mediática que ve la historia como un espectáculo. No soy optimista sobre la posibilidad de cambiar esas reglas.


P/ ¿Podrías nombrar algún requisito que consideres esencial que debe tener un periodista a la hora de procesar y transmitir una noticia?

Acceso a diversas fuentes, paciencia para escuchar e interpretar a las partes de un conflicto, capacidad de reflexionar y anteponer el razonamiento lógico a las propias creencias, aunque casi siempre éstas influyan a la hora de escribir. También hay que ser inmune a las presiones de las partes interesadas, pero no por eso menos receptivo a escucharlas. Y, en especial, hay que bajarse del pedestal sobre el que a veces nos paramos los periodistas: ya no somos los dueños únicos de la información, y la gente está más atenta a lo que decimos.

P/ Vivimos en un mundo que constantemente bombardea con información pero pocas veces la mayoría de la gente presta atención. ¿Qué sensación te deja esta exposición de la persona al permanente suministro de noticias? ¿Es positivo o verdaderamente se distrae la atención?

Ese bombardeo atrofia a los ciudadanos, ninguna duda. Por eso es tan importante la educación, la estimulación a los jóvenes para ejercitar la capacidad de crítica y reflexión, la capacidad para elegir qué miro, qué veo, qué desecho. De otra forma, van ser manipulables. Y no sólo por los medios.

P/ Un mensaje que quieras dejarle a la juventud judía de Córdoba, desde tu experiencia en los medios y tu trayectoria periodística.

Un profesor de secundaria nos decía siempre que la mayoría de los libros eran malos, pero que para decir eso había que leerlos. Creo que los jóvenes tienen una voluntad y una capacidad de reflexión mayor que la que los adultos creen, que la que sus padres creen, que la que los dirigentes comunitarios sospechan. Hay que estimular eso: lean, estudien, conversen, critiquen, peleen con los que hay que pelear si creen que una causa es justa. Es preferible que se equivoquen solos a que depositen su futuro en manos de los adultos. Si hacen eso, se van a dar cuenta solos de qué medios sirven y cuáles no.

Conclusión
El mensaje de Edgardo Litvinoff resulta preciso y dotado de una claridad conceptual que facilita su recepción. Las reglas de juego en lo que respecta a los medios de comunicación están establecidas; dependerá de la capacidad de absorción y la responsabilidad de los ciudadanos el poder identificar cuando se trata de datos arrojados a la ligera o de una investigación seria.
Como judíos comprometidos con nuestra comunidad, debemos mantener activa nuestra participación haciendo de la educación la principal herramienta para formar a nuestros jóvenes y combatir los males de la sociedad moderna, como la ignorancia, la desinformación y la mentira interesada.
Es la apuesta de Edgardo a los jóvenes, al desarrollo de sus potencias y su crecimiento personal, lo que tenemos que rescatar, para así apuntar a seguir manteniendo una comunidad informada y responsable.

Por Ezequiel Eiben

El nuevo mito de la caverna (y un guiño a “El señor de los anillos”)

El nuevo mito de la caverna (y un guiño a “El señor de los anillos”)

-Todavía existe algo de bondad en este mundo –dijo Sam en “El señor de los anillos”-. Y vale la pena luchar por ella.

Así es, Sam. Pero ¿por qué, si justamente hablamos de bondad, tenemos que llegar al punto de pelear para conseguirla? ¿No podríamos establecer la bondad sin necesidad de una guerra? Salvo la resucitación de Gandhi, se ve un poco difícil.
Vaya uno a saber cuántas cosas nos están pasando y afectando. Pero desafortunadamente es común que se desencadene una pelea entre personas, una guerra entre países. Exploremos a fondo y cautelosos en las cuevas de la conciencia y la prudencia para encontrar ese algo que nos falta a los fines de evitar semejantes conflictos.
Me parece que hubo una época (no estoy seguro, yo no la viví) en la cual la conciencia y la prudencia no eran cuevas, eran casas. Hogares a diario visitados. Parece que ese hogar paulatinamente se fue transformando en un museo, donde de vez en cuando la gente se interesaba por ir a ver, pero al fin y al cabo, lo que se exhibía “no era más que una absurda reliquia” (como apunta Boromir refiriéndose a los fragmentos de Narsil, que cuando era espada cortó la mano de Sauron desposeyéndolo del anillo y erradicando el mal, sin perjuicio de lo que haría Isildur después).
De eso pasó a ser, ante la poca productiva indiferencia de los ex habitantes del hogar y los ex visitantes del museo, un geriátrico de valores. Nadie se podía hacer cargo ya de lo que en una época fueron las comodidades de la casa y las reliquias. Eran ancianas, ni siquiera les merecían la delicadeza de esa un tanto amable denominación, y se las llamaba “viejas” de una manera tan despectiva que no podía significar otra cosa que la consideración de que eran inservibles, solo ocupaban lugar que se podía destinar a cosas mejores. No es que estaban últimos los viejos en la lista de prioridades; ni siquiera figuraban.
Haciendo este análisis, no debe sorprender cómo llegamos a la cueva. No hay hogar con comodidades, no hay museo con reliquias, no hay geriátrico con viejos. Solo hay una oscura y pedregosa caverna en la cual cuesta caminar y si se entra hay miedo de salir herido. Era previsible este final.
Pero, un momento. Hay quienes todavía incitan a entrar en la cueva sin miedo. Solo se exige un poco de valentía y responsabilidad, no hay por qué temer. Entonces no voy a llamar a esta situación el final. No, solo es la actualidad, pero la historia sigue, menos mal que no es el final, la sumisión completa y ya inevitable en la desesperanza.
Entra un haz de luz por la caverna. Algo me dice que hay que seguirlo. Y justamente estoy en busca de ese “algo” que mencioné para evitar los conflictos y sus dañosas consecuencias. Tenemos que inspeccionar lo que anda dando vueltas por nuestra cabeza antes de lanzarnos hacia la cueva. Por un lado, aunque no estemos completamente seguros porque no existía nuestra generación, creemos que una vez hubo un hogar. Por otro lado, consideramos previsible, de acuerdo a ese supuesto camino recorrido, que la fatalidad resquebrajara la obra de antaño y hoy en día nos presente solo una cueva. Y ahora se proyecta una luz…
Dejemos, mejor para todos, de creer nada más. Lo pensemos y sostengamos con la seguridad y convicción propias de alguien que habla sabiendo lo que dice. Hubo un hogar y puede ser reestablecido. La verdadera cuestión es ese algo, y ahí requerimos la voluntariosa participación de todos lo que puedan, o quieran. Quizá ese algo este enterrado en los cimientos antiguos, o bajo una piedra, o bajo una verdaderamente pesada roca. Pero con muchas manos la roca se podría mover y descubrir lo que hay bajo su portentosa dures. Obviamente lo que haya estará aplastado, pero también se puede recomponer. Y si está en los cimientos, pues a comprar palas, máquinas, lo que sea. Porque excavaremos y cada gota de sudor de cada uno de los que participe tendrá un valor inestimable. Ya lo dijeron esos pocos, que no hay que tener miedo.
Estuve leyendo a Platón, y en su caverna, un prisionero salió y conoció un mundo mejor, la verdad. En nuestro caso debemos meternos a la caverna, encontrar el tesoro, y cuando salgamos y lo abramos el mundo automáticamente se transformará en un lugar mejor, en algo más parecido a lo que soñábamos a veces.
Somos participantes del nuevo mito de la caverna. Y si prestamos atención al título, dice “mito de la caverna”. Espero que se de tal cual se expresa. Que no sea un mito del hogar, sino que este salga a flote, que se reestablezca y no sea un cuento viejo. Que no sea un mito. Que el hogar esté con nosotros, en la actualidad y para la posteridad. Que la caverna pase a ser un mito, que sea cosa del pasado, que ya no haya una caverna. Que verdaderamente sea un mito de la caverna, y que nos resulte lejano dentro de un tiempo.
Ahora nos encaminemos en la realidad del hogar, y así solo se formará el nuevo mito de la caverna. Hagamos las cosas bien, y nuestros hijos tendrán el hogar, no el mito del hogar. La casa sí estará en su época, en su generación. El haz de luz será un torrente de luz.

Ezequiel Eiben
2008

domingo, 12 de diciembre de 2010

¿Pájaros del Paraíso o Carroñeros Devorando Cadáveres Judíos?

¿Pájaros del Paraíso o Carroñeros Devorando Cadáveres Judíos?

Niños sonriendo, saludando a la cámara, tirando besos. Es lo que se puede apreciar en el videoclip difundido por el canal de televisión árabe “Pájaros del Paraíso”. La banda conformada por los infantes lleva el mismo nombre, y tiene ganada su popularidad en el Oriente. ¿Cómo? Además del dinero que invierten en ellos para publicitarlos, quizá por el mensaje que transmite la letra de la canción. Uno que el mundo árabe, y más específicamente el palestino, consume con éxito asegurado: el asesinato de los judíos y la destrucción de Israel por medio del terrorismo suicida.
El título de la obra ya de por sí resulta llamativo: “Cuando muramos como mártires”. Muy educativo, según la doctrina islamista, para los chicos árabes que están en edad de jardín de infantes y primario.
Las imágenes del video nos abren paso a una visión de niños árabes musulmanes trabajando la tierra con esfuerzo y también jugando inocentemente. De repente, aparecen en escena otros de aproximadamente la misma edad disfrazados de soldados israelíes luciendo kipot y cargando armas que asustan a los árabes. Tras asentir entre ellos con frialdad, los “soldaditos israelíes” abren fuego y asesinan a los chicos trabajadores.
Mientras, se canta: “Cuando muramos como mártires iremos al paraíso. No, no digas que somos jóvenes, esta vida nos ha convertido en adultos. Sin Palestina, ¿qué significado tiene la niñez? Aunque nos den el mundo entero, eso no hará que la olvidemos. Mi país y mi sangre son en beneficio de su causa”.
Esta es la educación islamista que los jóvenes musulmanes reciben a diario. Después uno se pregunta, inocentemente o tratando empecinadamente de negar la realidad, si el fanatismo judeofóbico antiisraelí solo se gesta en unas pocas mentalidades perversas y no sale de allí. Pues bien, una respuesta salta a la vista. Generaciones enteras se están educando en este sendero del fanatismo, de la histeria antiisraelí. Millones y millones reciben la dosis cotidiana de islamismo para grabar a fuego en su cabeza que el terrorismo es el arma con la cual solucionarán sus problemas y conseguirán sus victorias.
Queda aquí en evidencia la ideología del islamismo. Esa que se basa en el Corán para lanzarse a la sangrienta conquista del orbe, esa que promueve la Jihad global para someter a todos los que vivan bajo la Sharia y asesinar a los que consideran infieles, esa que no frenará sus aspiraciones hasta instalar el Califato Mundial donde solo su palabra será escuchada y promovida.
Uno de los medios para conseguir los nombrados objetivos del islamismo, lo aprendemos de la mano de los Pájaros del Paraíso. Sencillo: terrorismo suicida. A ellos les gusta más llamarlo martirio. Dar la vida por la causa. En este caso, cabe agregar, es dar la vida asesinando a muchas otras. Llevándose consigo sin preguntar, la vida de los demás, y por una causa completamente injusta. Para nosotros, injusta. Para los islamistas, el pensamiento único y la sumisión a la Sharia es lo que debe ser.
En orden a sus pretensiones, los islamistas se aseguran de educar desde bien temprano a sus hijos para que continúen la senda por ellos iniciada. Se les enseña que perpetrando un atentado terrorista que termine con ellos inmolados y con judíos asesinados, tienen ganado el paraíso. A los hombres se les promete 70 vírgenes en el cielo para su eterna satisfacción sexual. Ante semejante morbosidad, uno incluso piensa que sería más sano enseñarles a ir a un cabaret que explotarse y hacer volar en mil pedazos a inocentes para conseguir estar con mujeres. Pero claro, la alternativa no obedece a las intenciones islamistas: liquidar a los judíos, borrar a Israel. Sus mentiras deben tener esto en mira para avanzar hacia su conquista. Mientras intentan dominar el mundo, se preocupan porque sus hijos canten que quieren ser mártires, y hacen todo lo posible para que en la práctica la canción quede efectivizada y no sea mera letra. Que se conviertan verdaderamente en orgullosos mártires.
Más adelante en el video aparece cantando un adulto. En la cultura occidental, esta figura vendría a encaminar a los niños, a guiarlos en la bondad y el amor. Se esperaría de él la palabra sabia, el consejo justo, la enseñanza para la vida. No se puede esperar esto por parte del islamismo. El adulto, ante los niños voluntariosos de martirio, les entona: “Niños, ustedes han cumplido con su obligación religiosa”. Porque para el islamista, es un designio de Alá que debe fomentar el terrorismo para esparcir la muerte de los judíos y establecer el imperio de la ley islámica. La figura paternal islamista es aquella que los guía en la maldad y el odio, que brinda una palabra fanática, un consejo perverso, la enseñanza para la muerte.
Los pequeños siguen cantando: “No hay otro Dios que Alá, y el mártir es el favorito de Alá”. El adulto confirma la correcta observación, diciendo “Ustedes nos han enseñado el significado de la hombría”. Es decir, los adultos envenenan la mente de los pequeños para que se inmolen, todos son adoctrinados en la intolerancia religiosa y el fantatismo terrorista, en el odio a lo distinto, en el irrespeto al otro, en el racismo, en la judeofobia; y de su lado, en este caso son los niños los que pagan el precio de las metas islamistas siendo terroristas suicidadas (del otro lado son los inocentes masacrados), pero así se ganan el favor de Alá y sirven de ejemplo a los adultos. Completamente macabro.
El video sigue, mostrando como los chicos árabes matan a los “soldaditos israelíes” y entierran a sus muertos. A continuación rezos (entre paréntesis van mis comentarios): “Alá, con tu piedad seré asistida (¿para qué, para asesinar judíos?), Dios vital y perpetuo (vital para los musulmanes, tétrico para el resto, cuya perpetuidad permite asentar el objetivo de hacer perpetua la sumisión de todos al Islam, voluntaria o involuntariamente). Piadoso de los piadosos, noble de los nobles (evidentemente, solo con los musulmanes). Alá, protege al Islam y a los musulmanes (que nosotros nos encargaremos de destruir todo lo demás)”. “Alá, protege al Islam y a los musulmanes (del enemigo judío al cual queremos exterminar y enterrar porque solo nos enseñan a deshumanizarlo y a odiarlo), salva a los niños de Palestina (de los supuestos soldados israelíes que a alguien se le antojo decir que roban nuestros órganos para traficarlos. Salva a los niños de Palestina así podemos inmolarnos en paz sin ser perseguidos por lo que somos y hacemos). “Toma venganza por nosotros (que nos quieren matar solamente porque pretendemos inmolarnos y asesinar a millones), responde a nuestras plegarias (en fin, concédenos todo lo que anteriormente te pedimos: asesinar, ser protegidos para que podamos hacerlo, muchos judíos muertos, Israel destruido, bla bla bla). Amén (que así sea)”.
El clip concluye con la imponente imagen del adulto guía y maestro con los infantes, todos juntos cantando, enviando el preciado mensaje de amor y unión para las naciones.


Nótese algunos aspectos más de la ideología que promueve esta obra de arte, para que si quiero ser un buen islamista, pueda comprender: la niñez solo tiene sentido en Palestina. No tiene valor en sí misma, sino que depende de la tierra en la cual es transcurrida. Si no es allí, no vale la pena vivirla, no vale la pena vivir. Por más que estemos en Palestina, hay que cantar como si no estuviéramos allí, pues está invadida por un cruel enemigo que nos quiere matar (no importa si constantemente nos ofrecen paz, sacaremos rédito de nuestro inventado y artificial status de víctima para asesinar y actuar como desposeídos). Mejor asesinar y ganarme el Paraíso. Si me convierto en mártir, soy el preferido de Alá. Es decir, no tengo que vivir bien para ir al Cielo, tengo que ser terrorista, y si es desde joven mejor. Tengo que inmolarme para llegar, sino, Alá no me tendrá en cuenta. Soy un niño, pero la vida me convirtió en adulto, y tengo un adulto maestro que me guía. Pero el que se tiene que inmolar soy yo, aunque me haya convertido en adulto, porque el adulto maestro tiene que dirigir el mundo caótico que mi explosión le dejó para poderlo ordenar y someter bajo la Sharia. Yo le enseño al adulto maestro lo que es la hombría, sin embargo el que vive para contarlo y dominarlo todo es él, que supongo que también considerará que posee hombría. Yo solo tengo que esperar que me aguarden 70 vírgenes en el cielo para que mis fantasías sexuales se vean realizadas. Así el fanatismo se va transmitiendo, las cabezas se van lavando, y los títeres de los demás adultos maestros vuelan en pedazos y hacen volar a los demás también. Todos los islamistas somos fanáticos, solo que algunos nos suicidamos para demostrarlo y otros viven para seguir esparciendo el islamismo. Los demás son infieles, y tarde o temprano abrazarán el Islam, porque es lo único verdadero, es lo único real, es lo único que existe; es lo único.


Estas barbaridades y disparates son las que gozan de mayor fama y consumo en los lugares dominados por el Islamismo. Enfurece que los islamistas se escuden en niños inocentes y los perviertan hasta convertirlos en asesinos despiadados como ellos. Y no solo trabajan con niños; los terroristas son de todas las edades. Pero preocupa especialmente este video porque permite ver cómo se vienen las próximas generaciones y prever negros acontecimientos en el futuro. En unos años, será con estos seres adoctrinados en el odio y la judeofobia que Israel será presionado por la dormida e insolente comunidad internacional para negociar la paz. Por supuesto, la culpa le será atribuida exclusivamente a Israel porque su gobierno democrático sostendrá posiciones inconcebibles para un acuerdo real. Pero los palestinos, solo serán Pájaros del Paraíso (para nada fanáticos) que querrán vivir en paz.


¿Pájaros del Paraíso o Carroñeros Devorando Cadáveres Judíos? Si asumimos la responsabilidad de nuestra época y consideramos el mensaje musical de la banda como esta segunda opción para enfrentarlos con coraje, nos salvaremos. Si cantamos a coro “Cuando muramos como mártires”, avalamos su letra bajo la excusa de la libertad de expresión, y no reconocemos el reto a nuestra mismísima existencia, seremos arrastrados y asesinados. O viviremos bajo la Sharia en el Califato Mundial. No se que será peor.


Ezequiel Eiben
11/12/2010
4 Tevet 5771