domingo, 2 de septiembre de 2012

Cuatro personajes de la Torá que sirven como modelos de identificación

Cuatro personajes de la Torá que sirven como modelos de identificación
Ezequiel Eiben
11/7/2012
21 Tamuz 5772



El siguiente escrito trata sobre cuatro personajes de la Torá que sirven como modelos de identificación para mi persona. Antes que nada me es preciso aclarar que siguiendo con la enseñanza judaica de no hacer culto irreflexivo a la personalidad de nadie, ni adorar falsos ídolos, mis modelos desarrollados apuntarán a la identificación con características, aspectos o acciones concretas de los personajes de la Torá, y no a una aprobación insensata de todo lo que hizo o dijo alguno de ellos aunque estuviera cometiendo evidentes errores o inmoralidades.  

Me identifico con Moshé (Moisés) por algunas de sus acciones que proceden de la misma raíz: su noción de Justicia. Cuando Moshé observa como un egipcio maltrataba a un esclavo hebreo, no soporta la situación e intercede a favor de la víctima. Leémos en Shemot (2:11-12): “Sucedió en aquellos días que Moshé creció y salió con sus hermanos, y observó sus sufrimientos; y vio que un hombre egipcio golpeaba a un hombre hebreo, a uno de sus hermanos. Miró hacia un lado y hacia el otro, y vio que no había nadie; golpeó mortalmente al egipcio y lo escondió en la arena”. Como férreo defensor de sus valores, podía llegar hasta el extremo de matar a un agresor en defensa de los inocentes, para evitar que el mal triunfara. Su compromiso con la Justicia se ve también en el respeto de la Ley de la cual él era encargado de difundir y hacer cumplir; para esto, relata Shemot que Moshé  “Tomó el Libro del Pacto y lo leyó a oídos del pueblo, y ellos dijeron: «Todo lo que ha dicho El Eterno ¡lo haremos y lo obedeceremos!».
Además de este dichoso basamento en la Justicia, Moshé demuestra, incluso antes de ser el líder de los Hijos de Israel, que no cae en la monotonía de una rutina automática, sino que su gran espíritu responde a eventos especiales y busca algo superior a lo que tiene. Shemot dice “Un ángel de El Eterno se le apareció en una llamarada de fuego que salía de un arbusto. Él vio, y he aquí que el arbusto ardía en el fuego, mas el arbusto no se consumía. Moshé dijo: «Me apartaré y contemplaré esta gran imagen ¿por qué el arbusto no se consume?». El Eterno vio que se había apartado para ver; y Dios lo llamó de entre el arbusto y dijo: «Moshé, Moshé » y él respondió: «Heme aquí»”. Ante lo que le resultó grandioso, dejó lo que estaba haciendo (algo más simple); decidió apartarse y contemplar la imagen.
Por un lado, pienso que la Justicia es un valor cardinal a tener presente en todas las relaciones humanas, un parámetro de actuación personal moralmente infaltable, y un principio rector necesario para los hombres. Por otro lado, el ímpetu de saber más, de romper con lo establecido cuando no conforma, de avanzar hacia lo nuevo, de aumentar nuestras capacidades y conocimientos, es apropiado para tener una actitud positiva para progresar en la vida. 

Me identifico también con características de Ioshúa (Josué). Este personaje fue un hombre de confianza de Moshé, un gran sucesor y líder destacado en el terreno militar. Enfrentó al terrible enemigo de Israel, Amalek. De Shemot: “Vino Amalek y se enfrentó a Israel en Refidim. Moshé le dijo a Ioshúa: «Elígenos gente y ve a enfrentarte a Amalek; mañana me pararé sobre la cima del monte con la vara de Dios en mi mano». Ioshúa hizo tal como le dijo Moshé y se enfrentó a Amalek; y Moshé, Aarón y Jur subieron a la cima del monte”.
Otra prueba del carácter de Ioshúa es su optimismo y confianza, a lo que se le agrega su honestidad. Esto es palpable en Bemidbar cuando son enviados los espías, él entre ellos: “El Eterno habló a Moshé, diciendo: «Envía para ti a hombres, y que espíen la Tierra de Canaán que Yo doy a los Hijos de Israel; un hombre por su tribu paterna enviarás, cada uno un líder entre ellos». Moshé los envió desde el Desierto de Parán ante la orden de El Eterno; eran todos hombres distinguidos, cabezas de los Hijos de Israel. (…) Por la tribu de Efraim, Hoshea, hijo de Nun. (…) Moshé llamó a Hoshea hijo de Nun: Ioshúa. (…) Ioshúa, hijo de Nun, y Caleb, hijo de Iefune, de los espías de la Tierra, se rasgaron las vestiduras. Hablaron ante toda la asamblea de los Hijos de Israel, diciendo: « La Tierra por la que pasamos para espiarla, la Tierra es buena, ¡es muy buena! Si El Eterno lo desea, Nos traerá a esta Tierra y nos la dará a nosotros, una Tierra en la que fluye la leche y la miel. ¡Pero no os rebeléis contra El Eterno! No debéis temer al pueblo de la Tierra, pues ellos son nuestro pan. Su protección los ha abandonado; El Eterno está con nosotros. ¡No les temáis!»”. Ioshúa sabía que podían triunfar, estaba animado al reflexionar porque Israel tenía las fuerzas suficientes para poder conquistar la Tierra Prometida, pensaba en positivo y veía un panorama alentador. Además, no traicionó su consciencia e informó lo que observó; no realizó un mal informe, falseando datos, poniendo a la Asamblea en contra de Moshé, divulgando el pánico y la resignación en el Pueblo de Israel, como otros espías sí lo hicieron.
Tener algo por lo cual luchar, y ser un radical defensor de eso que atesoramos, es lo que nos permite estar bien parados de cara a las batallas que tengamos que librar y los desafíos que tengamos que superar para proteger lo que estimamos y valoramos. Reconocer nuestras capacidades, elogiarnos a nosotros mismos por nuestros méritos, y ser honestos en el obrar al estilo Ioshúa, son señales que nos conducirán adecuadamente por el camino.    

El siguiente personaje a tratar es Abraham. Se lo puede considerar como padre del monoteísmo y del judaísmo, lo que expresa aquí la característica para admirar: Abraham se aleja de las prácticas politeístas y de la idolatría circundante, en un mundo plagado de cultos violentos e inhumanos, para asumir una nueva ética, y elevarse así a un nivel espiritual superior a las inmoralidades que lo rodeaban.
El monoteísmo judío, iniciado con Abraham, es un monoteísmo ético. Implica una serie de cuestiones trascendentales además de creer en un solo Di-s: se desprenden principios morales y normas éticas que organizan un modo de vivir y ver la vida. Es la creencia en un solo D-os y la realización terrenal de esa ley de inspiración divina, traduciendo en actos y pensamientos las enseñanzas que obtenemos de D-os, el cumplimiento de los preceptos como personas y como pueblo (1). Desarrollado en la Torá, el monoteísmo ético expone los altos valores de Libertad y Justicia. Libertad, ya que somos personas con posibilidad de elegir, que hacemos o no hacemos por nuestra propia voluntad, que disfrutamos de nuestros logros, asumimos nuestros errores y somos responsables por ellos. Mientras que sobre la Justicia, agregando a lo antedicho, Gustavo Perednik describe el concepto de la ley primordial,  “la primera de todas las leyes que, de acuerdo con el judaísmo, la humanidad (y no exclusivamente los judíos) está obligada a cumplir. Esta obligación puede ser considerada como el máximo mandamiento judaico. En el escueto lenguaje talmúdico se denomina "dinín" y comprende la administración de la justicia, la creación de tribunales, el imperio de la ley o, en términos más modernos, el estado de derecho” (2).
Lo rescatable aquí es que esta tradición encumbrada en valores protectores de la naturaleza y dignidad humanas tiene un puntapié inicial en Abraham, quien toma la vital y valiente decisión de asumir una ética diferente a las conocidas y acomodar su vida y la de su descendencia a este nuevo estándar moral. No es un detalle menor la edad avanzada que tenía Abraham cuando eligió, teniendo en cuenta que es común observar que a muchas personas mientras más pasan los años más les cuesta el cambio, o menos ganas tienen de renovarse. Bereshit cuenta: “El Eterno le dijo a Abram: «Vete de tu tierra, de tus familiares y de la casa de tu padre, a la tierra que he de mostrarte. Y Yo te convertiré en una gran nación; te bendeciré y engrandeceré tu nombre, y tú serás una bendición. Bendeciré a aquellos que te bendigan, y al que te maldiga, lo maldeciré; y todas las familias de la tierra se bendecirán en ti». Y Abram se fue, como El Eterno le había mandado, y Lot fue con él; Abram tenía setenta y cinco años cuando se fue de Jarán”.  

Por último, señalo como modelo de identificación el carácter y la estatura moral en momentos determinados de un personaje femenino, una de nuestras Matriarcas: Rivká (Rebeca). Se explica en estudios sobre las figuras femeninas en el judaísmo que Rivká no parece “coincidir con la imagen de una mujer sumisa y pasiva, carente de voluntad propia. Más allá de las cualidades morales: bondad, afección, caridad, hospitalidad que el siervo de Abraham descubre en ella, Rivká se manifiesta activa y más aún, emprendedora. Actúa por decisión e iniciativa propia, no sólo como reacción a una situación dada” (3). Es decir, que en Rivká vemos a una mujer que vive su vida, en términos de nuestros días, proactivamente; no es mera espectadora, no es conformista, sino que tiene juicio propio e iniciativa individual, rasgos comunes en las personas emprendedoras. Y además sus cualidades morales son destacables, siendo una buena persona, manifestando su cariño, y con interés propio en ayudar. Una combinación entre activismo e integridad moral hacen de un individuo con premisas correctas alguien estimable, con valorables proyectos a desarrollar y elevadas metas a alcanzar. Ilustrativos resultan a los efectos de comprobar las cualidades de Rivká, los pazukim de Bereshit: “El sirviente fue corriendo hacia ella (Rivká) y le dijo: «Por favor, déjame beber un poco de agua de tu cántaro». Ella dijo: «Bebe, señor mío», y rápidamente bajó el cántaro a la mano y le dio de beber. Cuando terminó de darle de beber, dijo: «Sacaré agua también para tus camellos, hasta que terminen de beber». Se apresuró y vació su cántaro en el abrevadero, y corrió nuevamente hacia la fuente para sacar agua; y sacó agua para todos sus camellos. El hombre estaba asombrado y silencioso, aguardando saber si El Eterno había hecho exitoso su camino o no. Y sucedió que cuando los camellos terminaron de beber, el hombre tomó un aro de oro de medio siclo de peso y dos brazaletes, que pesaban diez siclos de oro. Y le dijo: «¿De quién eres hija? Por favor, dime. ¿Acaso hay lugar en casa de tu padre para que pasemos la noche?». Ella le dijo: «Soy la hija de Betuel, hijo de Milcá, quien lo tuvo de Najor». Y le dijo: «Tenemos abundancia de paja y de forraje, así como lugar para dormir». El hombre se inclinó y se postró ante El Eterno”. 

En definitiva, si hay algo que la Torá se encarga de dejar bien en claro en relación a sus protagonistas humanos, aún respecto de los más importantes líderes, es que son hombres y mujeres de esta Tierra; no son dioses, no se confunden con seres divinos, ni encuadran en una categoría sobrenatural o metafísica diferenciada que los iguala al Creador. Esto se traduce en que el Libro de los Libros remarca de sus personajes tanto sus aciertos como sus desaciertos, sus virtudes y sus pecados. Los humaniza, en vez de idealizarlos aduladoramente. Por lo tanto, como ya expliqué, elijo con qué quedarme de rescatable de cada figura, tras una evaluación responsable, sin sentir la necesidad de justificar lo injustificable o de racionalizar lo erróneo. Desde esta posición, se puede compartir y desechar, analizar y juzgar, la obra de los individuos, aceitando los mecanismos intelectuales y empleando el ojo crítico sin un compromiso previamente asumido con la dispensa moral.        

Fuentes:
Traducción de la Torá: http://www.tora.org.ar
(1): El monoteísmo ético, un aporte judío a la humanidad – Ezequiel Eiben.   http://ezequieleiben.blogspot.com.ar/2010/02/el-monoteismo-etico-un-aporte-judio-la.html
(2): Judaísmo y democracia – Gustavo D. Perednik.
http://jinuj.net/articulos_ver.php?id=710
(3):
Curso: Figuras Femeninas. Clase 1: De madres y matriarcas. - Centro Lookstein de Estudios Judaicos.
www.cejlookstein.org.il/Figurasfemeninas/Clase1.doc

miércoles, 25 de julio de 2012

El Arte de la Estrategia


El Arte de la Estrategia
Ezequiel Eiben
3/2/2012
10 de Shevat 5772

“Mientras no haya sanciones efectivas al Banco Central de Irán y a la industria petrolera, no habrá ningún efecto sobre el programa nuclear”; Biniamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, 18/1/2012.

“Un paso en la dirección correcta”; Biniamin Netanyahu, Primer Ministro de Israel, respecto de las sanciones a Irán por parte de la Unión Europea, 23/01/2012.

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 “Israel está todavía muy lejos de de una decisión de atacar las instalaciones nucleares de Irán”; Ehud Barak, Ministro de Defensa de Israel, 18/1/2012.

“No debemos perder el tiempo en esta cuestión; los iraníes continúan avanzando, identificando todas las fisuras y escurriéndose. El tiempo se está acabando rápidamente”; Ehud Barak, Ministro de Defensa de Israel, 31/1/2012.

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“Tomaré cada medida que sea necesaria para evitar que Irán consiga armas nucleares”; Barack Obama, Presidente de los Estados Unidos de América, 18/1/2012.

“No estamos tomando ninguna medida especial en este punto para lidiar con la situación. ¿Por qué? Porque, francamente, estamos completamente preparados para lidiar con la situación ya mismo”; Leon Panetta, Secretario de Defensa de los Estados Unidos de América, 18/1/2012

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“El arte de la estrategia es de importancia vital para el país. Es el terreno de la vida y la muerte, el camino a la seguridad o la ruina”; “Cuando se está cerca, se debe parecer lejos, cuando se está lejos, se debe parecer cerca. Se muestran carnadas para incitar al enemigo. Se finge desorden y se lo aplasta”; Sun Tzu, autor de “El Arte de la Guerra”, 500 a.e.c. aproximadamente. 

miércoles, 18 de julio de 2012

Entendiendo la Causa AMIA


Entendiendo la Causa AMIA
Ezequiel Eiben
6/7/2012
16 Tammuz 5772

Introducción
A los fines de comprender la causa AMIA, haremos un recorrido por conceptos jurídicos  fundamentales que nos servirán como herramientas clarificadoras, y los relacionaremos con este brutal crimen para arrojar luz sobre sus aspectos. No es el objetivo del presente artículo desarrollar ciencia jurídica para especialistas de manera que solo las personas vinculadas al estudio de la ley lo entiendan, sino introducir nociones para la sencilla recepción de un amplio público interesado en el tema.

Delito
El atentado terrorista a la sede de la AMIA es un delito. A la luz de la teoría del delito vigente en el sistema argentino, el delito se define como una conducta típica, antijurídica y culpable. La conducta implica acción u omisión; típica se refiere a que la figura del delito (el tipo legal) está prevista expresamente en el ordenamiento jurídico; antijurídica refleja que va en contra de la normativa; y culpable refiere a la valoración de la conducta.
El ataque a la AMIA está siendo juzgado bajo estos parámetros. Lo que es importante de cara al futuro, y no solamente en Argentina sino a nivel internacional, es conceptualizar objetivamente al terrorismo.  La ONU ha fracasado en este punto, lo cual no sorprende, ya que en su interior incluye a un rejunte de dictaduras que practican el terrorismo y estas pueden boicotear los intentos por identificar una conducta que perjudicaría sus crímenes. Más allá de los tiranos y relativistas que quieren zafar de la responsabilidad, el terrorismo puede ser definido objetivamente como el ataque deliberado a población civil con fines políticos.    

Investigación
La investigación es la actuación desarrollada por el fiscal a los fines de obtener elementos de convicción para poder fundamentar la acusación o el sobreseimiento. Puede realizarla de manera personal, o delegando ciertos actos a la policía judicial.
El fiscal en la causa AMIA es Alberto Nisman (también lo era Marcelo Martínez Burgos, destituido a poco de empezar en su labor).

Prueba
La prueba, como elemento, es todo dato objetivo que se incorpora legalmente al proceso, capaz de producir un conocimiento cierto o probable acerca de los extremos de la imputación delictiva y de las circunstancias para la individualización de la pena (1). Luego de la investigación de los fiscales y de la prueba obtenida en la causa AMIA, nosotros podemos saber quienes planificaron el atentado (funcionarios terroristas iraníes y libaneses), quien lo ejecutó (Ibrahim Hussein Berro), a través de cual banda terrorista (Hezbollah), con el apoyo de que país (Irán), por donde ingresaron a Argentina (Triple Frontera), cual fue el método (coche bomba), y cual la motivación (interrupción de la transferencia de tecnología nuclear de Argentina a Irán; esto en el marco de expansión mundial del islamismo, la ideología totalitaria de los terroristas) (2). Por supuesto, para que todo quede como una verdad confirmada y resuelva el caso, debe dictar sentencia un juez tras un proceso penal objetivo. Hasta ese entonces, no se puede, en términos jurídicos, penar a nadie, ya que se debe demostrar la responsabilidad de los acusados en juicio. 

Imputación
Imputar es acusar formalmente a alguien de haber cometido un delito; es atribuirle a una persona un hecho delictivo. Nombramos a continuación los imputados en la causa AMIA: Ali Akbar Hashemi Bahramie Rafsanjani (Presidente de Irán 1989-1997), Alí Fallahijan (Ministro de Información y Seguridad de Irán 1989-1997), Alí Akbar Velayati (Ministro de Relaciones Exteriores de Irán (1981-1997), Mohsen Rezai (Comandante de la Guardia Revolucionaria Pasdarans (1981-1997), Imad Fayez Moughnieh (Jefe de Servicio de Seguridad Exterior de Hezbollah, libanés liquidado en Siria), Mohsen Rabbani (Consejero Cultural de la Embajada de Irán en Argentina 1994-1998), Ahmad Reza Asghari (también conocido como Mohsen Randjbaran, 3º Secretario de la Embajada de Irán en Argentina 1991-1994), Ahmad Vahidi (Comandante de las fuerzas Quds 1989-1998, y actual Ministro de Defensa de Irán). Alberto Nisman, junto a Marcelo Martínez Burgos, el 25 de octubre de 2006, acusó formalmente al gobierno de Irán de haber planificado el atentado terrorista y al grupo terrorista libanés Hezbollah de perpetrarlo. Esto logró que luego el juez Canicoba Corral ordenara la captura de los funcionarios iraníes y de un participante libanés miembro de Hezbollah. Posteriormente, la Asamblea General de INTERPOL, el 7 de noviembre de 2007, emitió las “circulares rojas” para detener a los acusados y someterlos a la Justicia (3).

Destitución
A los jueces se los puede remover por mal desempeño, cuando cometen irregularidades en sus funciones. Juan José Galeano, quien era juez de la causa AMIA, fue destituido el 3 de agosto de 2005. Galeano llevó a cabo una pésima, corrupta y vergonzante actuación. Entre otras cosas, pagó en secreto a Carlos Telleldín (acusado de ser partícipe necesario en el delito) para que declarase contra policías bonaerenses en la causa, en aras de desviar la investigación.

Propuesta de tribunal internacional
La propuesta de que la causa se resuelva en un tribunal internacional es una mancha de vergüenza. La débil, negligente e ilícita actuación de la Justicia argentina en su momento, y la falta de cooperación iraní con la Justicia argentina, llevaron a esto. Un juicio que debería haberse realizado y terminado hace mucho tiempo con actuación contundente de la Justicia argentina, es posible que termine en manos de un tribunal internacional con fuertes reclamos de absolución a los acusados por parte de organizaciones hipócritas de Derechos Humanos y de grupos terroristas disfrazados bajo el manto protector de la actividad caritativa, montando un circo alrededor del juzgamiento. Es notorio el esfuerzo que hace Irán para no entregar a los sospechosos, para eludir los reclamos judiciales, a la vez que “invita” al gobierno argentino a resolver la cuestión pacíficamente, con un arreglo entre gobiernos. Evidentemente los políticos iraníes no tienen incorporada y asumida la noción básica de un Estado de Derecho que es la división de poderes; por un lado está el poder ejecutivo, por otro el legislativo y por otro el judicial. Ostentar un poder judicial independiente, libre de presiones políticas, no es algo con lo que Irán se siente cómodo; por lo que prefiere politizar la situación, mezclar arreglos entre los ejecutivos iraníes y argentinos para entorpecer la imparcialidad e independencia de criterio de la Justicia, cuando no lograr que se retiren los cargos y Argentina cese en sus pretensiones. Más allá de esto, lo que sí es menester reconocer es el enderezamiento judicial argentino en la causa gracias al complejo y eficiente trabajo desempeñado por la UFI (Unidad Fiscal de Investigación) encabezada por el fiscal Alberto Nisman, y a la elogiable tarea en este caso del juez Rodolfo Canicoba Corral que declaró crimen de lesa humanidad al atentado terrorista y, como se dijo, ordenó la captura internacional de los imputados (4).

Conclusión
Esperamos contribuir con estos conceptos jurídicos y su aplicación al caso concreto, transmitiendo desde el campo del Derecho cuestiones básicas pero no por ello menos importantes, a que se pueda tener una visión clara respecto de la causa AMIA. Corre por cuenta de los que reclamamos justicia para las víctimas y castigo a los culpables, mantenernos informados acerca de los avances en la causa, y educar sobre este tema de gran importancia que antes estaba oscurecido por la corrupción institucionalizada pero que los tenaces esfuerzos de valientes personas han esclarecido bastante.    

Fuentes
(1)- Definición de Vélez Mariconde; citada en el Manual de Derecho Procesal Penal de José Cafferata Nores, Jorge Montero, Víctor Vélez, Carlos Ferrer, Marcelo Novillo Corvalán, Fabián Balcarce, Maximiliano Hairabedián, Marísa Susana Frascaroli, y Gustavo Arocena
(2), (3) y (4)- Tres observaciones respecto del atentado terrorista a la AMIA - Ezequiel Eiben.
http://ezequieleiben.blogspot.com.ar/2011/08/tres-observaciones-respecto-del.html

Publicado en la revista Sin Minian de Macabi Noar de Córdoba

jueves, 12 de julio de 2012

9 de Julio


9 de Julio
Ezequiel Eiben
9/7/2012

El 9 de julio en Argentina, como fecha importante y fundacional para la historia del país, merece festejos. Ahora bien, ¿qué festejamos? La libertad y la independencia argentina de la monarquía española. Pero esto no es suficiente, si como país Argentina es libre e independiente, pero nosotros como sus ciudadanos no somos ni lo uno ni lo otro. ¿Cuándo el festejo puede ser completo? Cuando los ciudadanos somos libres e independientes, que es lo que a fin de cuentas más vale para los individuos. El Estado, la “Argentina”, son abstracciones hechas por los hombres, que podrían recibir el denominador de “entes mentales”; mientras, los individuos de carne y hueso existen en la realidad como entes específicos que crean y desarrollan esas abstracciones antedichas. La libertad e independencia del Estado argentino de otros Estados, ¿hace mucha diferencia para los individuos, si estos, fronteras adentro, están esclavizados por su propio “gobierno soberano”, respecto de si el Estado argentino no fuera ni libre ni independiente y la esclavitud de sus ciudadanos respondiera a los intereses de la Corona española? ¿Sería mejor una dictadura local, nacional y popular, que una extranjera de importación? Como se ve a simple vista, en ambos casos hay individuos esclavizados por gobiernos tiránicos. De acuerdo a la metodología que cada cuerpo político emplee, podrá haber diferencias de grado, pero no de fondo; en el fondo, ambos casos muestran individuos viviendo (sobreviviendo) bajo el yugo de opresores. Se requiere de individuos libres e independientes para sostener un país verdaderamente libre e independiente; las auténticas libertad e independencia se dan cuando se refieren a los individuos concretos, no cuando se utilizan de forma vacía para describir abstracciones mientras que las personas viviendo bajo el sistema elaborado acorde a las abstracciones están sufriendo restricciones contra sus derechos. La independencia y libertad de un país no vale nada sin la independencia y libertad de sus individuos.
Ahora bien, uno podría preguntarse, por qué este autor, que mantiene posiciones liberales libertarias anarquistas, está festejando un aniversario del nacimiento de Argentina como Estado. ¿Acaso que este Estado no hubiera sido creado nunca, no sería lo más correcto a defender de parte de alguien que no cree en el monopolio de la fuerza pública? Pues bien, a esa pregunta, respondo: en la época de 1810, preludio de la Independencia en 1816, las opciones posibles eran: constituir una Argentina independiente; o depender de la Monarquía imperial española y sus vaivenes con el “Rey cautivo” Fernando VII, con posibilidades de caer bajo las redes del imperialismo francés de Napoleón Bonaparte. Primó la primera opción, llegando años después en el 9 de julio de 1816 su concreción definitiva. La sociedad anarquista ideal, no estaba en la mente de los próceres argentinos, ni existían posibilidades serias de establecerla. Sería un desacierto pensar que en el terreno de la Historia en aquel momento, en medio de un clima plagado de ideas estatistas fruto del trasfondo monárquico, las condiciones estaban dadas para el nacimiento de una sociedad anarquista sin la aparición del Estado argentino (hasta revolucionarios de Mayo de 1810 hablaban de gobernar en nombre del “Rey Cautivo”). Descartando esta improbable opción, la mejor sin dudas era la alternativa de la Argentina libre e independiente. Un Estado Mínimo (para la época), con un gobierno limitado por una Constitución, era una mejor defensa de la libertad, que esperar con la cabeza gacha los dictados y caprichos de monarcas casi incontrolables. Por supuesto que una vez lograda la independencia y libertad de Argentina, no hubiese significado nada para las personas aspirantes a ser libres e independientes si su país conceptualmente lo era pero ellas en los hechos no. Por esto, sostengo que aún liberales anarquistas, pueden celebrar esta gesta de 1816, que no puede ser entendida sin seguir las conexiones inseparables con la Revolución de Mayo de 1810, como la mejor opción real que hubo en la época señalada para dar nacimiento a un país con individuos libres e independientes. Celebrar, pero sin olvidar los liberales nuestro credo libertario: que queremos antes que nada individuos, personas, libres e independientes; que gobiernos que se jacten de ser ellos soberanos pero a la vez no respetan los derechos de los ciudadanos que gobiernan, no valen nada; y que la libertad del país es una farsa si no tiene libertad su elemento humano constituyente. Por ahora solo se puede festejar no estar subordinados a una monarquía, pero el festejo será completo cuando los ciudadanos del país libre e independiente, seamos libres e independientes.  

Resumen de la composición de la Ley Judía

Resumen de la composición de la Ley Judía
Ezequiel Eiben
Junio 2012
Sivan 5772


En el presente artículo haré un resumen, desde la perspectiva religiosa, de la composición de la Ley Judía. Para lograr el cometido me valí, además de lecturas de las fuentes tradicionales del judaísmo, de la citada bibliografía con información sobre el asunto que nos ocupa. Se hará mención de la Ley, de los libros que la componen y de las épocas correspondientes donde se sitúan.

La Tradición Judía se desarrolla a lo largo de varios siglos y resulta en una compilación de obras fascinantes que cubren diversos aspectos atractivos para su estudio: desde los orígenes del mundo, pasando por la intervención divina en la Historia, hasta gloriosos episodios acontecidos con el pueblo de Israel como protagonista y tragedias grabadas a fuego en el pasado común. Es dentro de este marco que nace y se despliega la Ley Judía, la cual pasaremos a analizar a continuación. 
Empezaremos con la Ley Escrita (en hebreo: Torá sheBijtav; en español: Biblia). Se refiere en su conjunto al Tanaj, nombre que alude a las tres partes principales de las que está compuesto: Torá (Pentateuco), Neviim (Profetas) y Ketuvim (Escrituras).
La Torá contiene 5 libros: Bereshit (Génesis), Shemot (Éxodo), Vaikrá (Levítico), Bemidbar (Números), y Devarim (Deuteronomio). El autor es Moshé, habiendo dos teorías imperantes respecto de quien escribe el final de la Torá (los últimos 8 versículos), en donde se describe la muerte del propio Moshé. Algunos dicen que él mismo es el autor; hay un midrash que lo describe a Moshé escribiendo las últimas palabras con los ojos llenos de lágrimas (1). Otros opinan que es Ieoshúa quien escribe los últimos pazukim (2).
Con respecto de la época, según los datos históricos es en el 1300 a.e.c. que sucede el Éxodo de Egipto y la entrega de la Torá en el Monte Sinaí (3). La Torá viene a describir los sucesos desde la creación del mundo, hasta la muerte de Moshé y el preludio al ingreso de Am Israel a la Tierra Prometida. Veamos libro por libro en qué consiste cada uno. Bereshit trata sobre la Creación, los orígenes del mundo, de la humanidad, y los primeros episodios de la historia hebrea con los Patriarcas; Shmot cuenta la salida de Am Israel de la esclavitud en Mitzraim, la entrega de la Torá en Monte Sinaí y la construcción del Tabernáculo; Vaikrá describe leyes como las que hacen alusión a las funciones de los sacerdotes, las tareas sagradas y los sacrificios; Bemidbar relata el censo realizado a los Hijos de Israel; Devarim contiene enunciación y repetición de leyes y principios, y también de manera destacada el Shemá Israel forma parte de este libro (4).
Neviim contiene ocho libros. Los 4 iniciales refieren a los primeros profetas: Iehoshúa (Josué), Shoftim (Jueces), Shmuel y Malajim (Reyes). El autor del libro de Ieoshúa es él mismo, menos los últimos versículos que relatan su muerte y la de Elazar. Shoftim fue redactado por Shmuel, quien además se encarga de escribir su propio libro, el cual es finalizado por Gad y Natán. Malajim es escrito por Irmiahu.
Los siguientes 4 libros son acerca de los últimos profetas: Ieshaiahu (Isaías), Irmiahu (Jeremías), Iejezkel (Ezequiel) y los Tré Asar (que recopila 12 libros de profetas, pasando a formar uno solo). Los 12 libros recopilados en Tré Asar son: 1) Hoshea - Oseas, 2) Ioel - Joel, 3) Amós, 4) Ovadiá - Abdías, 5) Ioná - Jonás, 6) Mijá - Miqueas, 7) Najum - Nahum, 8) Jabakuk - Habacuc, 9) Tzefaniá - Sofonías, 10) Jagái - Ageo, 11) Zejariá - Zacarías, 12) Malají – Malaquías (5).
Irmiahu escribió su propio libro. Ieshaiahu no escribió sus profecías por haber sido asesinado, así que los encargados de registrarlas fueron los seguidores del Rey Jizkiá. El libro de Iejezkel no fue escrito por él, sino por los Sabios de la Gran Asamblea (“Anshei Kneset Hagdolá”).
Los libros de los profetas cuentan sobre la época en la que Am Israel vivió en Eretz Israel, hasta que sucedió el trágico exilio a Babilonia. Se ha escrito sobre los profetas que “Como líderes espirituales y morales proclamaron e interpretaron postulados religiosos fundamentales para el monoteísmo ético como los de justicia y la libertad. (…) La profecía que transmitían estos hombres excepcionales no representaba necesariamente una predicción de eventos futuros, sino la proclamación de la palabra de Dios en forma de exhortación o de advertencia de castigo que seguía a la transgresión. Como "voceros" de la divinidad los profetas no escogían su profesión sino que eran elegidos -en contra de su voluntad- para transmitir el mensaje divino. Esta responsabilidad que recaía sobre sus hombros los separaba de sus semejantes” (6).
Ketuvim se compone por 12 libros: las Meguilot (rollos) que son Shir Hashirim (Cantar de los cantares), Kohelet (Eclesiastés), Rut, Eijá y Ester; Job, Mishlei (Proverbios) y Tehilim (Salmos); Daniel, Ezrá, Nejemiá y Divrei Haiamim (Crónicas).
Shir Hashirim fue escrito por el Rey Shlomó, Rut por Shmuel, Eijá por Irmiahu, Kohelet por Shlomó, Ester por los Sabios de la Gran Asamblea; Job según se ha explicado fue escrito por Moshé, Proverbios por Shlomó, Tehilim fue compilado y escrito en parte por el Rey David; Daniel, Ezra y Nejemiá escribieron ellos mismos sus libros, y Crónicas I y II por los miembros de la gran Asamblea, principalmente por Ezrá, y finalizado por Nejemiá.
Los Sabios opinaron de Shir Hashirim: “Todos los cánticos de la Torá son sagrados, pero Shir haShirim es el más sagrado de todos”. A simple vista parece relatar la pasión entre un hombre y una mujer, y una lectura con mayor profundidad permite descubrir que trata del amor entre D-os y el Pueblo de Israel, y de la unidad entre el cuerpo físico y lo espiritual (7). Kohelet contiene proverbios, dichos, reflexiones y preguntas profundas y existenciales sobre la existencia, la vida y la muerte (8). En Rut se cuenta una historia donde se destacan acciones de Jesed que benefician a los otros (9), y tomamos conocimiento de la primer conversa al judaísmo. Eijá, el Libro de las Lamentaciones, refleja el llanto y la desazón por la tragedia y el desastre que implica la destrucción del Templo (10). Meguilat Ester es el relato de Purim donde leemos la salvación del pueblo judío del cruel enemigo Hamán que pretendía exterminarlo. Job refleja el sufrimiento por el que pasa incluso una persona justa, y la reflexión sobre el modo en que funciona la Justicia Divina. Proverbios comprende sentencias, reglas, máximas y consejos con significado moral. Tehilim contiene meditaciones, plegarias, y reflexiones sobre D-os, el hombre, su mutua relación, y demás aspectos. Daniel habla sobre el apoyo que D-os brinda al pueblo de Israel en momentos difíciles. Ezra se ocupa de la reconstrucción del Templo, y de la organización y ordenamiento de la ley judía. Nejemiá se pronuncia sobre la elección de D-os a Abraham como padre de la nación hebrea (11), realiza un desarrollo histórico y se concentra también en la reconstrucción del templo. Crónicas I y II agregan y complementan a la historia.
Ahora pasamos a ver, en este tramo, la Ley Oral. Rabí Iehuda Anasí, como líder del Sanhedrín, luego de la destrucción del Segundo Templo ante dispersiones y falta de acuerdos, escribió la Mishná. En ella se recogen las enseñanzas orales brindadas desde la época de Moshé hasta aquel momento, organizadas en 60 tratados, explicando las 613 mitzvot y el conocimiento que D-os le transmitió por medio de la oralidad a Moshé. En la Mishná se plantean seis sedarim (temas principales) a tratar: Zeraim (trabajo agrícola, producción y bendiciones), Moed (Shabat y Jaguim), Nashim (Matrimonio), Nezikín (leyes comerciales y judiciales), Kadashim (sacrificios en el Templo), y Taharot (pureza e impureza ritual) (12).

El Talmud (“estudio”) viene a profundizar lo recopilado en la Mishná. Hay explicaciones de las halajot, enseñanzas y conocimientos posteriores, y escritos éticos más allá de la parte legal.
Se escribieron dos Talmudim, correspondientes a los dos lugares de estudio más significativos en la vida judía de la época: el Talmud Ierushalmi y el Talmud Babli. El Talmud de Jerusalén fue comenzado por Rabí Iojanán ben Itzjak y Rabí Shimón Ben Lakish. El Talmud de Babilonia fue iniciado por Rav Ashí siendo finalizado por su hijo Mar Bar Rav Ashí, y su alumno Rabiná (13). El Talmud de Jerusalén se terminó alrededor del año 395 e.c., y el Talmud de Babilonia alrededor del año 500 e.c.

Para finalizar, podemos decir que la Tradición Judía está compuesta por un caudal de conocimientos de una profundidad asombrosa desplegado de manera milenaria, que no se quedó estancado sino que siguió su desarrollo con el devenir del pueblo judío. A lo que se toma como la Revelación Divina de la Torá, se le agregan las enseñanzas de los sabios que la toman como plataforma para sus respectivas obras. El estudio de las fuentes sagradas, el respeto por la tradición legada por los Patriarcas, y el apego a la cultura producida a lo largo de tantos siglos de pensamiento, han sido una constante entre los miembros del pueblo judío, y factor clave en la generación y mantenimiento de su identidad.  

Fuentes bibliográficas:
1- Explorando el Tanaj – Rav Iehuda Levi
http://www.iona.org.ar/noticia/?id=254
2- Centro Comunitario Sucath David
http://www.judaicasite.com/category.php?nID=8
3- Cronología básica de la historía judía. Centro Virtual de Estudios Judaicos. – Centro Lookstein de Estudios Judaicos
4- Torá- resumen
http://serjudio.com/tora/tora_resumen.htm
5- Explorando el Tanaj – Rav Iehuda Levi
http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=1061
6- Los Profetas en el Judaísmo
http://jinuj.net/articulos_ver.php?id=51
7- Shir Hashirim
http://www.delacole.com/cgi-perl/medios/vernota.cgi?medio=lavozjudia&numero=407¬a=407-5
8- Kohelet / Eclesiastés
www.bamah.org/lomdim/luaj/Kohelet.doc
9- Meguilat Rut: El Jesed – Jana Levin
http://ramatmexico.org/interior.php?id=3&id_interior=898&template=1&abierto=1&sub=10768
10- ¿Qué es Meguilat Eijá?
http://www.jabad.org.ar/festividades/las-tres-semanas-festividades/%C2%BFque-es-meguilat-eija/
11- Parashat HaShavua: “Lej Leja”
http://www.masuah.org/lej%20rab%20moti.htm
12- La Torá y el Tanaj – Rav Iehuda Levi
http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=1068
13- La Torá y el Tanaj – Rav Iehuda Levi
http://www.judaismohoy.com/article.php?article_id=1068

jueves, 5 de abril de 2012

Fin de la opresión, nacimiento del pueblo y milagro de la liberación en Pesaj

Fin de la opresión, nacimiento del pueblo y milagro de la liberación en Pesaj


El fin de la opresión

La opresión que duró generaciones enteras, arruinando la oportunidad maravillosa de existir para tener una vida digna, llegó a su fin cuando el ejército más poderoso del mundo en aquella época se desplomó en el mar, bajo las aguas que se cerraron a su paso, clausurando el camino. Mitzraim perdía las herramientas para seguir llevando a cabo esa malvada costumbre de someter por la fuerza a las personas, y eran eliminados los hombres responsables de desempeñar tan cruel y deshonrosa tarea. Por las arenas del desierto soplaba un viento con renovado mensaje: la incomparable sensación de ser libres.
Bnei Israel tenía motivos de sobra para ser felices y festejar. Aún así, y después de las heridas y humillaciones recibidas por parte de los verdugos esclavizadores, se cuenta que Hashem no permitió un despliegue de júbilo en la forma de bailes una vez cruzado el mar. Dice el Midrash que aún en ese momento, Hashem les pidió a los Hijos de Israel que tuvieran en cuenta que gente se estaba ahogando en el mar. Por más que los egipcios que morían habían sido enemigos, había que esperar a que cesara su sufrimiento para recién poder demostrar felicidad. Un gesto para con el sufrimiento humano, allí a orillas del mar, ya del otro lado, ya con otro camino enfrente, y todavía con el pasado reciente impreso a fuego en la mentalidad de los liberados. Las fuentes indican que a Israel se le pedía consideración de la humanidad de los que sufrían, hasta de la de los peores villanos que lo habían afligido.

El nacimiento del pueblo
Luego de la liberación del yugo de Egipto, Israel se disponía a formarse como un pueblo libre, y ahora sí, la propia humanidad israelita iba a poder florecer, dejando atrás la vida de las bestias de carga, y abriéndole los brazos a la libertad.
Pesaj es un pasaje: de la esclavitud a la libertad, del sufrimiento de la fuerza al ejercicio de la voluntad. El rabino Marcelo Polakoff utiliza la metáfora del nacimiento: lo previo a cruzar el mar y abandonar Egipto es la sala de partos, donde se empieza a gestar lo que culminaría en la liberación. Se nace en un lugar estrecho (un pasaje). Luego salimos al desierto, pasamos a la amplitud, nacemos, y lo hacemos como personas libres.
No hay que olvidar el hecho de que algunos quisieron un aborto: volver a Egipto, volver a la esclavitud. Pero conocemos la historia: el nacimiento aconteció de manera exitosa. La libertad pudo más que los oscuros deseos de volver a vivir bajo el látigo.


El milagro de la liberación

“No nos basamos en milagros” dice el Talmud, y es una elocuente afirmación de lo que el concepto de milagro implica para la tradición judía. Que el mar se abra para que Israel pase por el, meramente como una bondad divina sin una pizca de esfuerzo o voluntad por parte de las personas beneficiadas, es una idea que no tiene lugar en la Torá. Primero, los israelitas debían empezar a caminar hacia el mar, y recién después Moshé lo abriría posando su vara en las aguas. No al revés. No sucedería un milagro por determinación divina sin conexión a la acción humana. El milagro en el judaísmo requiere intervención humana, determinación, voluntad, pedir sin rendirse, mantenerse sin abandonar. Hashem no hizo un mero regalo sin esperar nada a cambio al abrir las aguas, sino que se requirió la iniciativa de las personas de empezar a entrar en el mar para que el camino seco entre bordes acuáticos se formara.
En tal sentido, reafirmando la concepción de que por más que soliciten ayuda, es imprescindible que las personas se muevan en pos de sus objetivos, citamos a Shimón ben Eleazar, en Gésesis Raba: “Ni un puñado de lluvia desciende del cielo sin que la tierra envíe a su encuentro dos puñados de humedad”.
También decía Baal Shem Tov: “La diferencia entre un milagro y un hecho natural es sólo su frecuencia”. Relacionándolo con lo anterior, una persona que quiera enfocarse en cumplir sus metas, elevando una plegaria al Eterno invocando protección pero sin esperar que Él haga el trabajo, sino poniendo a la par todos sus esfuerzos y dando lo mejor de sí, podrá llegar a buen puerto; y en un mundo de personas honradas, trabajadoras y voluntariosas, sin dudas que ocurrirán milagros desde la óptica judaica con mayor frecuencia.

Ezequiel Eiben
5/4/2012
13 de Nisan 5772

jueves, 26 de enero de 2012

Extremismo y Racionalidad

Extremismo y Racionalidad

Ezequiel Eiben
24/1/2012
29 de Tevet 5772

Extremismo y Racionalidad son dos elementos que van a ayudar a Israel a guiar sus acciones y a poner fin a los problemas que le causan sus enemigos.
El Extremismo(1) significa sostener un valor y llevarlo hasta las últimas consecuencias, es la defensa sin claudicar de un interés; ser extremista es ser coherente con uno mismo, no ceder ante intentos de saqueo o menoscabo de la integridad. Alguien puede ser un extremista malvado (un criminal), o bien puede ser un extremista de nobles valores (Justicia, Libertad). Ya sabemos que Israel tiene razón frente a sus perversos enemigos. Si pretende defender su justa causa de manera eficaz y coherente, sin concesiones al mal, debe adoptar una postura extremista en la protección de su interés: nuestra seguridad es irrenunciable, somos extremistas de la defensa propia.
Racionalidad es aceptar a la razón como la única fuente de conocimiento del hombre, tomar decisiones validadas por un proceso de pensamiento aplicando la lógica, y responsabilizarse de las propias elecciones y juicios. El hombre racional hace uso de su facultad de razonar para lograr una lectura correcta y objetiva de la realidad, sin evasiones que lo perjudiquen y sin caer en los términos místicos (habitualmente empleados por sus contrincantes) que lo alejan de los hechos y de lo concreto. Mediante un criterio racional, Israel puede perfectamente demostrar que está en lo correcto. Obrando, por medio de sus representantes, de manera racional, otorgará a los hechos su importancia sublime y no permitirá que las arbitrariedades enemigas deformen la realidad. La razón permite tratar los temas políticos en el terreno adecuado, lejos de reclamos inverosímiles.
Por poner un ejemplo de los más burdos que se pueden encontrar acerca de la irracionalidad de los enemigos islamistas contra la que Israel no debe tropezar: intentar convencer o someter, buscando arrancar concesiones o forzar la rendición, en base a los dichos de profeta judeófobo, misógino y pedófilo, como si fueran la verdad revelada por una divinidad. Aquí, no hay que ceder a las pretensiones risueñas de los que nos exigen conductas o la rendición total en nombre del capricho (básicamente, en nombre de los antojos de Allah comunicados a través de su creador y productor, Muhammad).
¿Realmente consideran estos islamistas, como argumentación de peso, que el pueblo judío les debe entregar su lugar más preciado porque un trasnochado narró que allí alguna vez un asesino en masa dejó su caballo volador? ¿Suena lógico? No hay que caer en la bajeza intelectual de aceptar un intrascendente “argumento” teológico mezclado con un mentiroso suceso histórico como pauta de nuestro proceder. Es más, no solo debemos rechazarlos, sino que también debemos ser racionales. Hablar en términos racionales no es ningún pecado. Si a algún demente líder religioso islamista se le ocurre dictar una fatwa condenando el rechazo de hombres libres a aceptar a Allah y decretando su pena de muerte, y contrata a un asesino a sueldo para que los ajusticie, los hombres que quieren ser libres no deben pedir perdón de rodillas al ofendido mundillo islamista terrorista. Será Justicia si alguno de ellos detiene al asesino y liquida a su jefe islamista iniciador de la agresión. No olvidarse: Israel, su gente, debe ser extremista en la defensa de la propia vida. No hay punto medio entre nosotros y nuestro asesino (2). No hay punto medio entre Hamas e Israel (3). Si alguien inicia la fuerza para liquidarnos, intentemos liquidarlo primero. Sería un despreciable cobarde el gobernante israelí que pudiendo hacerlo, no obrara protegiendo a los suyos hasta el final.
Otro ejemplo de exigencias islamistas: todas las tierras que supuestamente les corresponden para poder instaurar su Califato (sunita) o Gobierno (chiíta) mundial. ¿Su fundamento? La palabra de Allah en primera instancia, y anteriores conquistas bélicas en segunda instancia. Alguien podría preguntarles, sacándolos de su euforia religiosa, dónde están los títulos de propiedad de las tierras por las que claman incluso llegando a pedir la sangre de los actuales residentes, las cuales nunca poseyeron (en un caso) o que desde hace mucho no las poseen (en otro caso). Los islamistas admitirían que no tienen títulos (ese instrumento jurídico fehaciente que corresponde al mundo civilizado), pero no lo verían como mayor problema puesto que la doctrina de Dar al Islam los avalaría en sus ambiciones imperialistas. Incluso en el hipotético, lejano y de cualquier modo poco relevante caso que algún islamista saltase de su silla hecha de cráneos humanos esgrimiendo un viejo título (fraguado), eso no quitaría el hecho de que los conquistadores musulmanes son usurpadores por la fuerza de tierras ajenas, y de ese modo no adquieren derecho alguno. Un hombre racional les aclararía: no existe derecho a violar otro derecho; si así no fuera, no existiría la Justicia, sino que solo se reduciría a una masa amorfa de construcción social subjetiva. Les diría sin rodeos: “ustedes no tienen derechos sobre esas tierras”.
Los que representen a Israel no deben gastarse escuchando “verdades” del autoproclamado profeta portador de la “verdadera fe”. Llegado el caso de negociaciones con quienes estén interesados en reconocer a Israel, se juzgará la racionalidad o irracionalidad de un argumento para aceptarlo o no. En un punto concreto, la razón está de un lado o de otro. Quienes quieran tratar en términos racionales con Israel, podrán hacerlo. Pero mientras seamos libres y tengamos la autodeterminación en nuestras manos, no jugaremos nuestras posibilidades en base a permisos y exigencias del enemigo. ¿O acaso alguien puede ser tan bizarro de querer buscar la mediación y el punto medio entre el jihadista que pretende la conversión forzada al islam, y el inocente que desea vivir con libertad de pensamiento y conciencia?
Una cosa es tener un debate teológico de acercamiento entre los credos, o de reflexión del propio (casos en los cuales se pueden apoyar iniciativas de diálogo con representantes pacíficos del islam; o interpretaciones modernas del Corán que dejen de lado fundamentalismos que conducen a fanatismos, como el caso de las órdenes de iniciar la fuerza física contra otros). Otra cosa es el debate político. No se deben mezclar Estado y Religión. La política estatal gubernamental fundada, basada y ejecutada desde la religión es inevitable e invariablemente una Teocracia. Esto conduce al gobierno del capricho sobrenatural de los iluminados con sabiduría divina. Mesianismo político en su máxima y más desagradable expresión.
Un representante político israelí no debe explicar, en una mesa de negociaciones políticas que incumbe a su país, por qué Allah se equivoca al decir que los judíos son todos perversos, tramposos, y que deben ser convertidos al islam o transformados en ciudadanos de segunda clase bajo un gobierno musulmán. El israelí debe dejar en claro que con Israel se trata de manera racional, no mediante la fuerza. Si quiere discutir sobre teología en una actividad privada financiada con sus propios fondos, que lo haga. Pero representando públicamente a Israel, se debe desempeñar como un racional y extremista de su defensa.


(1) Tomo la palabra en su sentido filosófico. En la nomenclatura política actual, “extremismo” tiene connotación negativa. Sin embargo, desde una posición moral, el mal no está en ser extremista, sino en la maldad que se defienda siendo extremista. Por ejemplo: un terrorista es un extremista asesino, y hay maldad en asesinar; pero un juez honesto e íntegro puede ser un extremista de la justicia, y al juzgar así realiza una acción de bien.
(2) Afirmar lo contrario equivaldría a decir: “yo tengo un poco de razón en querer defenderme, y el asesino tiene un poco de razón en querer asesinarme; juntos deberíamos llegar a una transacción para quedar conformes con las partes que tenemos razón”. Imagínese la puesta en práctica de semejante postura moral, a sabiendas de que un terrorista islamista no se conformaría con un brazo o una pierna de su oponente.
(3) Viendo el caso del extremismo de Hamas, sabemos que su propósito es asesinar. El otro extremo, sería no asesinar, es decir, la renuncia total al asesinato. ¿El punto medio sería permitir algunos asesinatos y otros no? ¿O lo eficaz y correcto sería impedir a Hamas, de manera extrema, cualquier asesinato?