martes, 5 de julio de 2011

Joven liberal

Joven liberal

Joven liberal, o aspirante a serlo, ¡¡¡despierta!!! Es hora, siempre es hora, para comprometerte en luchar por la libertad. Necesitamos que asumas el protagonismo que te corresponde, manifiestes sin vergüenza tu filosofía y ejerzas los derechos que te son propios. La realidad impone y la razón indica que eres un individuo con valor en sí mismo, y que ningún colectivo imaginario o construcción de entidad social abstracta deben menguar las posibilidades que mereces por el solo hecho de existir.

Joven liberal, eres portador de una teoría con muchas razones que ya ha demostrado su fundamentación y justicia en la práctica. No solo que tu credo es justo y vale la pena esforzarte en ostentarlo; también funciona. Debes hacerte cargo de ti mismo, corregir cualquier dejo de esclavitud que pueda impurificar tu razonamiento, y desear ser libre. Tu revolución personal le enseñará a otros a saberse libres, a querer romper las cadenas que poco a poco han ido atrapando y menguando su realización personal, y los invitará a sumarse en la sagrada causa por la libertad. Será una auténtica revolución. No arrastrarás masas como cuerpos inútiles detentando demagogia con dosis de engaño y estafa. Respetarás la individualidad natural de cada persona que quiera aportar a este proyecto de brindar autodeterminación y plantear pelea intelectual y política contra los esclavizantes gobiernos que mantienen en la miseria a sus súbditos mientras ellos se dedican a nadar en opulencia ilegítima.

Imaginándonos que vivimos cada uno en un cubo, y este representa nuestra esfera de acción dentro de la cual ejercemos derechos, tus derechos terminan donde empiezan los derechos del otro, es decir, tu cubo termina donde empieza el cubo del otro. Tu cubo no puede inmiscuirse en otro cubo sin consentimiento, no puede chocarlo hasta romperlo e ingresar en su esfera de acción, porque el espacio legítimo para ti es el que te está delimitado en tu cubo; ni un centímetro más, ni un centímetro menos. Sí puedes relacionarte con otros cubos, por medio del contrato y los acuerdos celebrados con mutuo consentimiento, donde ambos abrirán sus puertas y permitirán acercamientos, relaciones y superposiciones. Pero eso es de carácter voluntario, no forzoso. Si imaginas, por otro lado, que vas en un camino recto, junto a los demás, tus derechos continúan coexistiendo a lo largo junto con los de los demás. Tu mantienes tu senda, los demás la suya. Hay espacio para todos en esa autopista, y nadie debe chocar al otro. De este modo, tus derechos seguirán existiendo sin verse ilegítimamente afectados y sin afectar a los derechos de los otros, como debe ser en una sociedad compuesta por la suma de sus miembros en la cual el principio de libertad permite la iniciativa individual, y el principio de igualdad concede trato ecuánime ante la ley. Un Estado mínimo donde hay oportunidades para ejercer derechos gozando de garantías, y defensas contra el menoscabo que los demás, tanto ciudadanos comunes como gobernantes, te busquen propinar.

¡¡¡Despierta!!! Los totalitarismos acechan para liquidar cualquier aspiración que tengas a vivir dignamente de la forma que quieras, del modo que elijas, en base a tus propias decisiones e iniciativas. Los sistemas que todo lo controlan en los cuales la libertad es solo aquello que hay que prohibir y por cualquier medio reprimir, se levantan por dos tipos de personas: los tiranos que creen fervientemente en ellos y se sostienen en el poder resguardados por los mecanismos que derraman sangre inocente y saquean fortunas ajenas; y sus apologistas, serviciales y ciegos seguidores que por más que la realidad los ha chocado de frente y han comprobado que sus hipótesis (que consideran en su totalidad axiomas) son erróneas y conducen a un asesinato masivo, continúan creyendo en una inexistente bondad que no se percibe ni por asomo. Pero ahora hablaremos principalmente de ti, joven liberal, de tu dedicación a la libertad: nunca formes parte de eso, ni de un tercer tipo de personas que de manera indirecta resulta tan nocivo como los anteriores: el de los indiferentes, resignados y desinteresados. La tiranía no puede contar con tu pasiva complicidad. Tu activismo en pos de la libertad es menester, antes de que un tirano pretenda aprovechar los espacios vacíos abandonados y se sirva, a través del robo y la confiscación, de tu vida y de lo que produces.

La libertad es tu credo. Y cuando un socialista, un comunista o en general un estatista te diga que están de acuerdo en la base de la filosofía, que en definitiva buscan lo mismo que es el “bienestar general” o el “bien común”, y que en lo que difieren son los medios, tu tienes que responder definitivamente que no es así. Porque concordar sería un grandísimo y gravísimo error. Tu quieres derechos legítimos para todos; él quiere restricciones para todos. Tu crees en derechos absolutos e inalienables que nadie te puede ilegítimamente afectar y que un ente público protector se encarga de que ello se cumpla; él cree en un ente público omnipotente que arbitrariamente te cede derechos para que tu los tomes por el tiempo en que el cedente quiera. Tu aprecias la libertad natural; él quiere condicionarla a la igualdad artificial. Tu eres un egoísta racional capaz de verte construyendo tu propio camino y dándole la misma oportunidad a los demás, ayudándolos en su cometido si es tu voluntad; él es un altruista dispuesto a hacer sacrificios y a sacrificarte a ti por los objetivos de otros. Puede hacerlo de manera consciente e intencionada o de manera inconsciente e inocente, pero buscará dominarte y someterte para que tengas que pedir permiso para hacer lo quieres, lo que te gusta, lo que te mantiene.

Es posible que te parezca un camino duro que emprendes, joven liberal, cuando fácilmente podrías recostarte y dejar que los demás dirijan tu vida y controlen aspectos engorrosos que crees que a la larga no entenderás o no te interesará manejar. Puede parecerte más exigente, más arduo y con mayores responsabilidades, pero es el único camino justo. Y es lo que debes elegir por tu bien de manera directa y por el bien de los demás de manera indirecta. Porque si al final te convences de que la comodidad de la esclavitud es preferente a la responsabilidad de la libertad, eso puede no ser así para una inmensa cantidad de individuos que no merecen restricciones; y tu irreflexión en la vida, en las urnas y en los trabajos puede afectarles su libertad y su deseo de ser ellos mismos quienes agarren las riendas de su propia felicidad. Por eso si te desvirtúas apoyando sistemas que sabes van a afectar la libertad que rechazas pero que los demás quieren, te transformas en un coherente con tu vagancia o desidia pero en un cómplice de la tiranía que oprime a tus compañeros. Joven liberal, haz lo que debes hacer: opta por la libertad; siempre es mejor.

Joven liberal: estudiando y trabajando, pensando y actuando, con miras a tu objetivo, lograrás ser protagonista de la revolución que restaurará la amada libertad al lugar que corresponde, reconociéndola como un absoluto esencial de las personas, protegida bajo el imperio de la justicia. Acotarás a los gobiernos expropiadores y saqueadores malacostumbrados, y reducirás al ente estatal recuperando el terreno perdido de la privacidad. Recuerda que eres un fin en ti mismo, y no un medio para el cumplimiento de los fines de otros. Pon el Estado a tu servicio, y no tu servicio al Estado. Sé libre, nunca esclavo. El Estado se creó para servir a los hombres, no para que estos se transformaran en sus siervos.

Ezequiel Eiben
17/05/2011

3 comentarios:

  1. Estimado Ezequiel: llegué a tu blog a través de la Fundación Bases y me he permitido re-publicar tu artículo "Joven liberal" que nos pareció muy bueno y merecedor de su difusión. Lo puedes ver en: http://cepoliticosysociales-efl.blogspot.com/2011/07/joven-liberal.html
    Cualquier inconveniente favor de hacérmelo saber y desde ya muchas gracias. Atte. EFL

    ResponderEliminar
  2. Eduardo
    te agradezco la publicación del artículo y la invitación a verlo en tu espacio web.
    Me reconforta y me honra tu compromiso con la difusión de ideas liberales a través de un texto mio publicado en Fundación Bases.
    Nuevamente muchas gracias.
    Un cordial saludo.
    Ezequiel

    ResponderEliminar
  3. Estimado Ezequiel no hay nada que agradecer. El honor es mío. Lo importante es seguir sin pausa adelante, buscando, aprendiendo, intercambiando ideas, opiniones, etc. porque esta es la única forma de que la sociedad crezca. Tu aporte es muy importante y de la misma forma estamos abiertos a cualquier otra inquietud de tu parte. Mi mail es efilgueiralima@gmail.com Desde ya muchas gracias. Atte Eduardo Filgueira Lima

    ResponderEliminar