domingo, 29 de junio de 2014

Perspectiva liberal sobre la Copa del Mundo

Perspectiva liberal sobre la Copa del Mundo
Ezequiel Eiben
27/6/2014

La Copa del Mundo es un evento deportivo internacional de inmensas proporciones, con una gigantesca cobertura de prensa y una constante difusión. Difícilmente pueda pasar desapercibido aun frente a las personas a las que el fútbol no les mueve un pelo. El mundial genera pasión, revuelo, discusión. Se tome una posición favorable o contraria a su realización o desarrollo, lo concreto es que se habla de él y aparece como un tema relevante para someterse a debate.
Entre los liberales argentinos, muchas opiniones han sido vertidas en torno a este acontecimiento en las últimas semanas. Algunas se posicionan en el terreno estrictamente deportivo; otras van más allá, a la faz política del asunto. He leído con atención las reflexiones vertidas, compartiendo a veces, y sintiéndome alejado otras tantas. En base a esto decidí confeccionar un artículo donde deje asentadas mis propias consideraciones, estableciendo unas premisas y distinciones que a mi juicio deberían tenerse en cuenta a la hora de analizar y juzgar al mundial desde la (si se quiere llamarla así) “perspectiva liberal”. Primero, efectuar la distinción entre fondo y forma del objeto de estudio; segundo, la utilización política de la competencia; tercero, la interpretación ética de la misma.
1) Fondo y forma: Los liberales, necesariamente, debemos tener reparos en cuanto a la forma de la Copa del Mundo. Con esto me refiero a los aspectos no solamente técnicos, sino también éticos, que subyacen en su organización.
La FIFA es un organismo corrupto, encabezado por gente corrupta, entre la cual los argentinos tenemos una referencia harto conocida y bastante cercana: el vicepresidente primero del mentado organismo internacional, miembro del comité ejecutivo desde 1988, y presidente de la AFA desde hace 35 años[1], Julio Humberto Grondona. En sus desastrosos sucesivos mandatos en AFA, Grondona hizo mucho para destruir al fútbol argentino, sumergido en crisis económicas, acuerdos espurios con gobiernos, y olas de violencia. Por citar algunos números, en su arreglo con el kirchnerismo[2] con motivo de Fútbol para Todos (proyecto kirchnerista de estatización para transmitir los partidos y financiar equipos), se informó que el Estado nacional ha pagado más de 1300 millones de pesos (dinero robado a los contribuyentes) para las transmisiones. La violencia en el fútbol ha sido una constante durante sus gestiones, y por períodos ha habido lamentables recrudecimientos: entre 1995 y 1999 hubo 17 muertes; entre 1999 y 2003, 21 muertes; entre 2003 y 2007 hubo 17 muertes; entre 2007 y 2011, 27 muertes[3]. Grondona también ha proferido comentarios ofensivos, de bajeza moral, como los dedicados a los judíos (por lo cual luego debió disculparse): “Los judíos no llegan a ser árbitros de primera división en el fútbol porque el mundo del fútbol es algo difícil, trabajoso”; “A los judíos no les gustan las cosas difíciles…”[4]. Frente a estos desatinos, errores, y maldades cometidas, cuando se le pregunta por su momento más decepcionante relacionado al fútbol, Grondona responde: “No tuve”[5].
La organización de mundiales se ve envuelta en escándalos, protagonizados por FIFA, el gobierno del país anfitrión, y empresas que tomen alguna parte en el proyecto. Respecto de Brasil 2014, salieron a la luz casos de funcionarios corruptos, facturación fraudulenta, y aumentos indebidos de fondos públicos destinados a construcción de estadios. Por citar un caso, el costo general de preparación de los 12 estadios brasileños ascendió a la cifra astronómica de 4.200 millones de dólares en términos nominales; cerca de 4 veces más el número estimado por la propia FIFA en un documentado presentado en el año 2007 días antes de la elección de Brasil como sede mundialista para 2014. Encima, previamente hubo promesas de líderes de que el dinero requerido para el financiamiento sería aportado por el sector privado[6].  
Todo esto hace que en cuanto a forma, el desenvolvimiento de los mundiales sea justificadamente reprobable. Desde una perspectiva liberal, el evento debería ser organizado y costeado por fondos privados, sin injerencias indebidas de gobiernos y sin fondos públicos expoliados a contribuyentes destinados a financiar una fiesta a la que muchos de ellos no podrán asistir o que ni siquiera tienen interés en presenciar.
Ahora bien, en lo que concierne al fondo, el mundial es un evento deportivo hermoso que pone en contacto a decenas de países (32 selecciones nacionales participan según el formato actual, muchas más participan de la fase clasificatoria, y los árbitros designados para dirigir los partidos de la Copa también proceden de países no clasificados); reúne a la elite del fútbol mundial (en referencia a los mejores jugadores y seleccionados que toman parte de la competencia); y transmite los valores de la competencia deportiva. Aun criticando mordaz y férreamente las formas, se puede disfrutar un significado de fondo, que es el del encuentro internacional y el juego con espíritu deportivo. Repudiando y detestando al presidente Joseph Blatter y su compinche Julio Grondona, y criticando los desembolsos de fondos públicos de los gobiernos corruptos que mandan en los países anfitriones, se puede guardar un espacio para analizar el juego de fútbol y disfrutar al deporte.
El deseo, sin dudas, es que el fútbol esté en mejores manos y sea financiado únicamente por los que quieren financiarlo. Pero asociar el significado de fondo de lo que puede ser un mundial de fútbol, a los grotescos personajes como Grondona y las inmoralidades del gobierno brasileño (por lo que debemos trabajar para que sean solo una realidad pasajera y no un obstáculo permanente), no es correcto.       
2) Utilización política de la competencia: Por supuesto, los eventos rentables en propaganda tienden a ser cooptados por políticos populistas y rapaces para beneficios espurios. En el caso argentino, sabemos que el kirchnerismo utiliza al mundial de dos maneras principales:
Primero, expandiendo el gasto público populista de Fútbol para Todos dando cobertura al evento desde la TV Pública, asegurándose en su marco la promoción de sus políticas desde un formidable aparato de propaganda oficialista. La mezcla entre Estado, gobierno, partido y pueblo, típica de los regímenes fascistas, socialistas, nacionalsocialistas, y populistas, fomentada a través de propaganda oficial, es una de las bajezas en las cuales incurre la fuerza política dominante en el país. Los videos alusivos a logros del gobierno[7], YPF[8], adquisición de casa propia[9], etc., ponen de manifiesto la intención kirchnerista de manipular mentes, embanderar causas propias como nacionales, reclutar militantes y organizarlos bajo el mismo manto, aprovechándose de la pasión (e histeria) que puede generar el mundial en personas irracionales.
Segundo, una especialidad del kirchnerismo: la utilización del fútbol para distraer a la gente, y tapar sucesos políticos inconvenientes o acciones descaradas que no deben difundirse demasiado. Dos ejemplos concretos: a) la televisión pública está mucho más preocupada en informar todo lo que sucede alrededor del mundial, que en “recordar” la situación del vicepresidente Amado Boudou, un ladrón oficialista que ha sido citado a indagatoria con motivo de la causa Ciccone[10]; b) en la movida kirchnerista para destituir al fiscal José María Campagnoli a los fines de evitar que continúe investigando al corrupto aliado al poder Lázaro Báez, en un principio fijaron las fechas del juicio de modo que cayeran durante el mundial, próximas a partidos de la selección nacional[11].         
Pero, al igual que en el apartado anterior, debemos insistir en que una cosa es el mundial en sí, y otra cosa es su utilización y manipulación por el sector político. Después de todo, esto no es algo peculiar que se da en torno al mundial como único caso. ¿Qué evento de estas características y proporciones no quiere ser manipulado por políticos? ¿Acaso otros eventos artísticos, culturales, cinematográficos, musicales, y demás, no son también blancos del asedio político y su hambre propagandístico?
Nuestro ojo no tiene que quedarse solamente allí, sino que  también debe mirar a la sociedad en general, a nuestros conciudadanos. Hay gente ignorante, sin educación, sumida en la pobreza, que no cuenta con variadas y afiladas armas intelectuales para defenderse del lavado de cerebro kirchnerista, a la cual hay que inculcarle verdaderos valores para que resistan los embates del populismo. Ahora bien, la gente supuestamente formada, de amplio acceso a la cultura, y con educación completa: ¿No es culpable por dejarse manipular? ¿No es cómplice por seguir el relato del gobierno y hacerle el juego en su propósito? ¿Es culpa del mundial de fútbol que esta gente se comporte como zombis? ¿No es culpa de ellos mismos porque, llegado el mundial, permiten que la cooptación política los absorba y repiten eslóganes con trasfondo político sin reflexionar? La decisión vital del hombre de pensar o no pensar, se toma todos los días de la vida. El mundial solo es una circunstancia que dura un mes cada cuatro años. En vez de apuntar todos los cañones contra el mundial como si fuera la encarnación del mal absoluto, fijémonos en generar consciencia, en aquellos que la necesitan y quieran aceptarla, sobre cómo este evento puede ser aprovechado de manera saludable, sin olvidar todos los aspectos criticables que indudablemente tiene, y sin dejar de pensar en lo que sucede alrededor. Si no es el mundial, el político encontrará otra arma de distracción. Lo fundamental es ganar en el terreno de las ideas para que la gente en general entienda que no debe dejarse seducir por los manejos políticos en este tipo de acontecimientos.
3) Interpretación ética: Una persona puede tener una interpretación diferente del mundial de fútbol de acuerdo a la posición ética que mantenga. Las jerarquías de valores disímiles integradas en mentes distintas, obviamente producirán resultados distintos.
Hay una distinción de Fredy Kofman que, si bien no se refiere al fútbol, puede servirnos de guía en esta ocasión: por un lado el hombre libre y magnánimo (del latín, de “alma grande”), y por otro el hombre servil y pusilánime (“de alma pequeña”)[12]. Adoptando esta base como herramienta de análisis para lo que nos compete, podemos trazar la distinción entre quienes ven al mundial con mentalidad mediocre, nacionalismo supremacista y racismo; y quienes más allá de apoyar a su nación en términos deportivos (por cuestiones de afinidad, sentir acercamiento a las raíces y comulgar en lo cultural), tienen una apertura cosmopolita o al menos respetuosa de lo respetable en la diversidad. Los pusilánimes aprovechan un mundial para exaltar el nacionalismo violento y sin sentido, tratar de enemigos al resto del mundo trasladando permanentemente los enfrentamientos deportivos al ámbito de la contienda personal y política, e incluso invocar al racismo para elevarse ellos mismos y degradar a los otros. Los hombres de mente libre, individualistas, que juzgan a cada persona por su carácter y sus valores, y no por la zona geográfica de nacimiento, ven a la Copa del Mundo como una oportunidad para que, además de que los respectivos equipos se midan en competencia deportiva, se aprovechen intercambios culturales y el poder compartir momentos agradables con gente de otras procedencias.
Los pusilánimes que son nacionalistas violentos están principalmente (aunque no únicamente) encarnados en los barrabravas[13], que viajan al mundial a originar pleitos y generar peleas para satisfacer sus impulsos de bestias salvajes. Suelen recurrir a la política y a eventos históricos para justificar su causa de violentar a parcialidades pertenecientes a otros países; su supuestamente legítimo odio, en más de una ocasión, trasciende la esfera deportiva para fundirse con asuntos de Estado. Ludwig von Mises escribe una explicación sobre nacionalistas de la que nos podemos valer para ilustrar este punto en el ámbito futbolístico:

“Desgraciadamente, los nacionalistas se acercan a la historia en otro estado de ánimo. El pasado no es para ellos una fuente de información y de instrucción, sino un arsenal de armas para hacer la guerra. Buscan hechos que puedan ser usados como pretextos y excusas de sus agresiones y opresiones. Si los documentos disponibles no se los proporcionan, no titubean en desfigurar la verdad ni en falsificarlos”[14].   
                   
Los pusilánimes racistas que traspasan al fútbol sus deficiencias éticas y problemas psicológicos, entre los que encontramos hooligans[15], buscan asentar la superioridad racial en el triunfalismo deportivo como muestra de la grandeza propia frente a la carencia ajena. Lo que sostienen (incluso en un bajo nivel conceptual, sin demasiada claridad en sus abstracciones), encaja en la descripción de Ayn Rand sobre lo que en verdad el racismo constituye e implica:

El racismo es la forma más baja y groseramente primitiva de colectivismo. Es la idea de atribuir significado moral, social y político al linaje genético de una persona, la noción de que los rasgos intelectuales y caracterológicos de un hombre son producidos y transmitidos por la química interna de su cuerpo. Esto significa, en la práctica, que un hombre no ha de ser juzgado por su carácter y sus acciones, sino por el carácter y las acciones de un colectivo de sus antepasados.
(…) El racismo es una doctrina creada por brutos, practicada por brutos y destinada a brutos. Es la versión del colectivismo a nivel del establo, apropiada para la mentalidad que logra distinguir entre diferentes razas de animales, pero no entre los animales y los hombres[16].

Pero las atrocidades cometidas y las ridiculeces sostenidas por los violentos que se dedican a manchar al fútbol, no le son inherentes al mundial, una competencia deportiva de la cual se pueden extraer verdaderos valores de comunicación y contacto internacionales, y cuya organización en buenas manos puede transformarla en el futuro en un evento privado, capitalista y global de gran escala. Para lograr esto, los magnánimos, individualistas, liberales y defensores de la correcta ética deportiva, deberán trabajar y tomar la posta, removiendo los elementos perjudiciales para la salud del evento, y evitando que tanto los nuevos malos como los viejos reciclados ocupen espacios abandonados por negligencia e inacción.
Brasil 2014 ya se está jugando. Aunque sea tarde para influir políticamente en cuestiones organizativas, no es tarde para influenciar sobre la imagen e interpretación del evento desde la ética, adoptando una perspectiva liberal que nos asemeje al hombre magnánimo.   



[1] Asumió el 6 de abril de 1979, estando el poder político nacional argentino en manos de los militares, con Jorge Rafael Videla a la cabeza.
[2] En 2011 dijo: “Hoy me toca admirar a Cristina [Fernández de Kirchner]. El factor principal es que ella me dio la posibilidad de demostrar que a mí nadie me compraba. Y eso me ayudó a desmentir lo que decían los medios”; y también: “Yo tengo un concepto de los Kirchner muy elevado y la verdad que si [el relator de Fútbol para Todos, Marcelo] Araujo dice que yo soy el Néstor Kirchner de la FIFA creo que lo dirá por bien, no por mal. Así que me siento orgulloso”.
http://especiales.perfil.com/grondona/frases.html
[3] Datos tomados de: Julio Grondona cumplió 35 años como presidente de la AFA: hechos y números de su gestión
http://www.infobae.com/2014/04/06/1555322-julio-grondona-cumplio-35-anos-como-presidente-la-afa-hechos-y-numeros-su-gestion
[7] Ver, por ejemplo, el siguiente video difundido por la Casa Rosada:
El pibe que nunca ganó un Mundial. Mundial Brasil 2014. Argentina Nos Incluye.
http://www.youtube.com/watch?v=LRxfNEiVwsU
[8] Publicidad YPF Mundial 2014 - Arenga motivacional #Orgullosos
[9] Se lo puede ver, por ejemplo, en todos los entretiempos de los partidos, o antes de comenzar los mismos. Allí, el relator de Fútbol para Todos y colaboracionista del régimen kirchnerista Rodolfo de Paoli se escucha gritando un gol de Argentina mientras personas con los colores nacionales festejan la obtención de un casa. El mensaje que trasciende es que hay que festejar un gol de todo el país porque el gobierno promueve un plan de viviendas.   
[11] Ver: Apoyo al fiscal Campagnoli – Ezequiel Eiben
http://www.libertadyprogresonline.org/2014/06/06/16748/
[12] Comentario de Fredy Kofman sobre “El manantial”, novela escrita por Ayn Rand, en la contratapa de la edición en español publicada por editorial Grito Sagrado.
[13] Por ejemplo, los barrabravas argentinos, que cuentan con el apoyo kirchnerista mediante Hinchadas Unidas Argentinas.
[14] Von Mises, Ludwig; Gobierno omnipotente, Unión Editorial, 2002, p. 33
[15] Verbigracia, algunas agrupaciones europeas destructoras que expresan racismo contra personas negras, y neo-nazismo.  
[16] Rand, Ayn; La virtud del egoísmo, Editorial Grito Sagrado, 2007, p. 181

jueves, 19 de junio de 2014

Tres inocentes secuestrados y tres hipócritas rezando

Tres inocentes secuestrados y tres hipócritas rezando
Ezequiel Eiben
19/6/2014

Tres estudiantes judíos fueron secuestrados en Judea y Samaria el jueves 12/6 a la noche mientras regresaban a sus casas. Las Fuerzas de Defensa de Israel atribuyeron el proceder criminal y confirmaron la responsabilidad de la organización terrorista palestina de Gaza Hamas[1]. Naftali Frenkel tiene 16 años y es ciudadano americano; Gilad Shaar tiene 16 años y es israelí; Eyal Yifrach tiene 19 años y es israelí[2]. Los tres son víctimas del fanatismo terrorista que se incuba en amplísimos y mayoritarios sectores de la sociedad palestina. Como explica Roni Kaplan, Portavoz de las Fuerzas de Defensa de Israel para la prensa hispanoparlante:

“Es menester tener en cuenta que el secuestro no es meramente una motivación coyuntural para los terroristas, sino más bien una cultura operacional, la “cultura del secuestro”. Desde principios de 2013, Hamas y otros grupos terroristas palestinos han procurado realizar 64 secuestros a Israelíes por el mero hecho de ser israelíes. Lamentablemente, esta vez lo lograron (…)”[3].

De hecho muchos palestinos mostraron su apoyo a los secuestros, tanto en las calles como por las redes sociales. Repartieron caramelos, postearon fotos y eslóganes con bromas (por ejemplo, haciendo referencia a tres nuevos Guilad Shalit, en alusión al soldado israelí anteriormente secuestrado por Hamas). Dirigentes de Hamas y Jihad Islámica llamaron a cometer más secuestros[4].

Horas antes del secuestro, e incluso con posterioridad, las Fuerzas de Defensa de Israel informaban que terroristas islamistas disparaban desde Gaza contra Israel. El 11/6 a la mañana se reportó que cohetes fueron lanzados contra el Consejo Regional de Eshkol (ubicado en el noroeste del Negev) poniendo en peligro la vida de cientos de civiles israelíes, niños incluidos[5]. El 14/6 a las 9:21 un cohete cayó en el Sdot Negev Regional Council, comunidad al sur de Israel. El mismo día a las 19:15 tres cohetes fueron disparados, de los cuales tres impactaron contra el Hof Regional Council. La Fuerza Aérea de Israel respondió sendos ataques[6].   

Días antes, se anunció con reverencia el final del mandato como Presidente de Israel de Shimon Peres, quien está cumpliendo los últimos días al frente de su cargo[7].

Días antes, domingo 8/6, se juntaron en el Vaticano a rezar por la paz Shimon Peres como Presidente israelí, el presidente palestino de Fatah Mahmoud Abbas, y el Papa Francisco. La invitación, por supuesto, partió de este último. Hubo un acto con oraciones en los jardines del Vaticano, plantaron un olivo simbólico, y después mantuvieron una reunión privada. Durante la ceremonia, Francisco dijo, entre otras expresiones: “Espero que este encuentro sea el comienzo de un camino nuevo en busca de lo que une, para superar lo que divide”; puntualizó que se deben “derribar los muros de enemistad y tomar el camino del diálogo”; y destacó sobre Peres y Abbas: “Su presencia, Señores Presidentes, es un gran signo de fraternidad, que hacen como hijos de Abraham”[8].

Días antes, en mayo, estando en Bethlehem durante su visita por Medio Oriente, el Sumo Pontífice del catolicismo les había hecho la invitación a los presidentes de manera sorpresiva. “Aquí, en el lugar de nacimiento del Príncipe de la Paz, deseo invitarlos a unirse conmigo en cordial oración a Dios por el don de la paz. Ofrezco mi hogar en el Vaticano para este encuentro de oración” manifestó Francisco. Los aludidos aceptaron inmediatamente[9]. Luego, Peres debía obtener aprobación del gobierno israelí para asistir al Vaticano, la que finalmente fue concedida[10].

Días antes, en mayo, Fatah y Hamas comunicaron que habían llegado a un acuerdo para  nombrar a los ministros que serían parte del buscado nuevo gobierno palestino de unidad nacional. El referente de Hamas Musa Abu Marzouk anunció que el acuerdo se había alcanzado en una reunión entre las dos facciones en Gaza[11].

Conclusión:

Tres hipócritas en el Vaticano rezando “para la foto” por la paz, mientras los israelíes (y judíos procedentes de otras latitudes) son asesinados y secuestrados por el terrorismo islamista palestino que no quiere paz.

El presidente israelí queriendo quedar bien ante la cámara antes de terminar el mandato. Es verdad que el gobierno le dio luz verde para ir a la ceremonia; pero también es verdad que aceptó por propia voluntad la invitación y hubiera ido igual en el caso que no hiciera falta autorización. Shimon Peres se ha caracterizado por hablar de la paz con los palestinos aun cuando parece imposible y la realidad demuestra la falta de voluntad de la Autoridad Palestina, y por invitar a Abbas a sumarse a la visión de paz inclusive ante visibles y notorias manifestaciones de rechazo de este último. 

El presidente palestino ganando audiencia occidental, lo que le sirve para ocultar a conveniencia su (conocido para ojos que quieran ver) plan de destruir a Israel. Mahmoud Abbas estuvo al lado de Yasser Arafat, y al igual que este lo hacía, ha analizado variables para destruir a Israel: bélicas, terroristas, políticas, diplomáticas, demográficas.

El Papa mostrándose apaciguador y pacificador junto a una figura como la de Abbas, a sabiendas de lo que representó y representa, de lo que hizo y lo que hace. Francisco no puede no saber que Abbas no comparte su visión cristiana occidental de paz para Medio Oriente, ni una visión universalista de armonía. Vale decir también que en el caso del Papa hay una cierta dosis de ingenuidad acompañada por ignorancia: no entiende del todo la guerra contra Israel, y piensa que una jornada de rezos junto al fotogénico Peres y al asesino Abbas va a conducir o ayudar a la solución entre las partes. En verdad, una amenaza real que tiene Israel en el islamismo terrorista no cesará por el simbolismo de la ceremonia. Sobre todo cuando ciertos participantes no creen en su contenido.

Ante un nuevo episodio vendible a las cámaras y a la vez falto de contenido resolutivo real y efectivo, expreso que estoy harto de la hipocresía de la izquierda israelí y de la corrección política de los que pretenden ayudar.
La izquierda israelí (y lo que ha sido también parte del centro del mapa político en el país hebreo) fue al Vaticano a llevarse los laureles de la imagen linda y simbólica pero vacía de significado verdadero en cuanto a solución para Israel. Por supuesto, mientras la izquierda hace su juego redentor, humanista y de “buenas intenciones”, la derecha israelí con el Primer Ministro Biniamin Netanyahu a la cabeza es la que verdaderamente actúa (en mayor medida, y no en todo lo que yo quisiera) en favor del país como tal, ordenando defenderse del terrorismo y solicitando fervientemente no reconocer a la unión Hamas-Fatah. En medio del clima hostil hacia Israel de arreglo entre Fatah y Hamas, y con los chicos ya secuestrados, Netanyahu no fue a sacarse fotos de paz con Abbas. Por el contrario, expresó: “He ordenado (...) que se pida a la Autoridad Palestina, de cuyo territorio provenían los secuestradores, que haga todo lo necesario para ayudar a los rehenes volver a casa sanos y salvos”; “Es la responsabilidad de la Autoridad Palestina”[12]. Izquierda demagoga por un lado; y derecha haciendo lo que hay que hacer aunque no suene bien a los europeos, socialdemócratas estadounidenses (y afines republicanos) y demás adalides del progresismo por otro lado; es otra vez el cuadro de la política israelí. 

Hay que citar también lo informado por Roni Kaplan:

Para conseguir sus objetivos operacionales, las Fuerzas de Defensa de Israel ha trabajado en coordinación con los aparatos de seguridad de la Autoridad Nacional Palestina. Esperamos que esta cooperación se profundice y traiga resultados concretos sobre el terreno. No es una cooperación propiamente dicha, sino más bien una coordinación basada en intereses comunes[13].

Ahora bien, esta coordinación acordada entre Israel y la Autoridad Palestina con objetivos operacionales de incidencia real, dista de ser una acción semejante a la ceremonia simbólica hipócrita en el Vaticano con el rezo por la paz junto a quien se sabe que no la busca.

Y los que pretenden ayudar... primero entiendan la guerra contra Israel para poder hacerlo de modo correcto. Luego, ayuden con armas a liquidar a Hamas y con diplomáticos a aislar a Fatah (lamentablemente este último ya cuenta con un grado de aceptación suficiente como para descartar que pueda realizarse una acción más contundente); o bien manténganse al margen y dejen de invitar a rezar a nuestros enemigos islamistas terroristas, porque con semejante conducta contribuyen a desvirtuar su verdadero rostro asesino y los dejan ante la prensa y el público como personas pacíficas en busca de una solución con Israel, cuando su única solución es sin Israel.



[3] Operativo de rescate “Volved hermanos” – Roni Kaplan
http://opinion.infobae.com/roni-kaplan/2014/06/19/operativo-de-rescate-volved-hermanos/
[7] El 9/6 le correspondía a la Knesset elegir a quien se convertiría en el décimo Presidente de la historia del país. Resultó elegido Reuven Rivlin, miembro del Likud. Para información sobre los candidatos, ver:
Cinco candidatos aspiran ocupar el sillón de Shimón Peres
http://www.aurora-israel.co.il/articulos/israel/Nacional/58500/
[8] El papa Francisco, en el Vaticano junto a Shimon Peres y a Mahmoud Abbas, pidió "derribar los muros de la enemistad"
[9] Peres, Abbas accept papal invitation to pray for peace at Vatican - By TOVAH LAZAROFF, JEREMY SHARON, GREER FAY CASHMAN
http://www.jpost.com/Diplomacy-and-Politics/Israel-set-to-provide-rousing-welcome-to-Pope-Francis-today-353264
[10] Despite suspension in talks, Peres gets okay to join Abbas, pope for prayer at Vatican By GREER FAY CASHMAN
http://www.jpost.com/Diplomacy-and-Politics/Despite-suspension-in-talks-Peres-gets-okay-to-join-Abbas-pope-for-prayer-at-Vatican-355576
[11] Hamas, Fatah strike deal on ministers in new Palestinian unity government - Khaled Abu Toameh
[13] Operativo de rescate “Volved hermanos” – Roni Kaplan
http://opinion.infobae.com/roni-kaplan/2014/06/19/operativo-de-rescate-volved-hermanos/

viernes, 13 de junio de 2014

Boudou merecido

Boudou merecido
Ezequiel Eiben
12-6-2014


Ayn Rand, en su espléndido ensayo “La ética objetivista”, realiza la siguiente explicación:

La virtud del Orgullo puede describirse mejor con el término “ambición moral”, que significa que uno ha de ganarse el derecho de considerarse a sí mismo como el valor máximo, al lograr la propia perfección moral. Ésta se alcanza cuando no se acepta jamás ningún código de virtudes irracionales imposibles de practicar y nunca se deja de poner en práctica las virtudes que uno conoce como racionales. Cuando nunca se acepta la culpa inmerecida y no se merece culpa alguna, o, si se ha merecido, no dejando que ésta quede sin corregir, no resignándose nunca a aceptar pasivamente las fallas en el carácter personal y no permitiendo jamás que un interés, deseo, miedo o humor momentáneo esté por encima de la realidad de la autoestima. Y, por sobre todas las cosas, significa rehusar desempeñar el rol de animal sacrificable, es decir, rechazar cualquier doctrina que predique la autoinmolación como virtud o deber moral[1].   

De esta reflexión se puede extraer mucho material intelectual para analizar lo que se vive en Argentina respecto de la causa Ciccone, que involucra de manera directa al Vicepresidente de la República, Amado Boudou.
Como persona individualista que soy, no atribuyo ni acepto culpa inmerecida, envolviendo en una acusación a quienes no corresponda. Por ende, las personas de bien que luchan día a día por la Libertad y la República en Argentina merecen quedar a salvo de la consideración efectuada a continuación. Tómese en cuenta que el análisis se realizará desde una perspectiva global, y por ende, dado el contexto actual, se emplearán necesariamente conceptos amplios. Hecha la aclaración, se procede según lo previsto.

Argentina como país, en general, se merece a Boudou. Merece tener un personaje nefasto, ladrón, corrupto, inmoral y caradura como Boudou en el gobierno. La cultura y la visión moral predominantes, en bancarrota, lo hicieron posible; las mismas le dieron el espacio suficiente para crecer, el impulso necesario para subir al poder, y el certificado de aprobación para mantenerse aferrado con repugnante impunidad. Irracionalidades a la orden del día; ningún intento por lograr perfección moral. Incluso apartados de la causa Ciccone y perseguidos políticos por los manejos kirchneristas en contra de la justicia independiente, víctimas en lo procesal de la corrupción oficialista, han sido cómplices morales del auge y consolidación de un proyecto colectivista degradante. El Juez Daniel Rafecas[2] y el antaño Procurador General Esteban Righi[3] también merecen a Boudou. El primero, difundió en consonancia con los defensores del “modelo nacional y popular” la parcial, tergiversada, espuria y manoseada visión de la historia argentina en lo relativo a la década de 1970 con los militares en el poder. El segundo, hombre del peronismo de larga data, estuvo vinculado al Grupo Calafate, presidido por Néstor Kirchner, el mismo corrupto ante quien durante su mandato nacional juró como Procurador[4]. Rafecas, Righi, y más de uno dentro del “pueblo argentino”, tienen que hacerse cargo. ¿Querían promocionar colectivismo? ¿Querían coquetear con el poder colectivista? Ahí tienen los resultados.

Por otro lado, hay que considerar la posibilidad de que Boudou finalmente vaya preso. Quizás, de una vez por todas, la justicia se abrirá paso entre los vericuetos de un sistema manipulado para proteger a los mismos que lo adulteran a costa de sus víctimas. Ahora bien, esto no debe llevar a un optimismo que provoca desenfocarse de la situación real. Boudou preso sería solo un paso adelante en el medio de cientos de pasos atrás. Un salmón contra la corriente. Porque no hay que engañarse: la regla en Argentina es la impunidad; Boudou condenado sería apenas una extraña, poco común y para nada frecuente excepción. Un avance que no conduciría a una total reconstrucción de las instituciones y de la República liberal que supimos ser en algún momento. Boudou preso no sería mostrar “la verdadera cara de la Argentina” y demás eslóganes optimistas y mentirosos, en más de una ocasión blandidos por los populistas y demagogos de la supuesta vereda de enfrente del kirchnerismo. La verdadera cara de la mayoría en este país es la cara de quienes lo votaron a sabiendas de que forma parte de una asociación criminal y corrupta llamada Frente para la Victoria. La verdadera cara de la mayoría en este país es la cara que posibilitó el 54% más infame de la historia política nacional. Aquí hubo culpa, más que merecida, y faltó esfuerzo para modificar los resultados. Después hay quejas, manos lavadas, miradas hacia otro lado, y ausencias en asunciones de responsabilidad; pero la culpa originaria permanece, y la mencionada “resignación a aceptar los defectos en el carácter personal” en la cita de Rand hace estragos.

La debilidad general argentina también es palpable en el discurso de los predicadores colectivistas de los paños fríos y el borrón y cuenta nueva respecto de la tiranía kirchnerista. Ellos hablan de “unir a la Argentina” y de la “reconciliación nacional”. En parte porque sus ideas equivocadas los depositan en el callejón sin salida de terminar aceptando la convivencia con el kirchnerismo, y en parte porque son políticos actuando como una corporación que se cuida a sí misma a expensas de quienes los sufrimos. Los que vivimos en Argentina y no somos kirchneristas ni tenemos la intención de engrosar las filas de la corporación política afín que pretende cuidarlos como miembros propios, no tenemos que permitir que nos quieran asociar forzosamente a la banda de delincuentes oficialistas. Yo no tengo nada que ver con el ladrón Vicepresidente, ni quiero tener que ver. No lo perdono, no me uno, no me reconcilio. Quiero cero vinculaciones con los corruptos kirchneristas y castigo por sus fechorías. Rehusemos desempeñar el rol de animales sacrificables a los intereses de la casta de ladrones enquistados en el poder que viven parasitando el esfuerzo ajeno y consumiendo la riqueza que no produjeron.

Procesalmente no correspondía que Boudou pusiera una cámara a filmar su indagatoria. No es de extrañar que el objetivo del ladrón fuera armar un circo mediático con el material obtenido para agitar las aguas en su favor en búsqueda de impunidad. Pero digo, solo con curiosidad científica, y sin pretensiones de pasar por encima de la ley procesal: hubiese estado bueno como caso de estudio poder ver una filmación de Boudou declarando, para analizar cómo funciona la psicología, la gesticulación y el lenguaje corporal en general de semejante delincuente inmolándose moralmente.

Para finalizar esta nota, recuerdo que vivimos en la Argentina donde el fiscal Campagnoli es suspendido y enviado a juicio por investigar, y donde Boudou puede quedar impune como tantos otros políticos corporativistas. Estos son símbolos. El desafío de fondo es consolidar una República y generar las condiciones que permitan el florecimiento de una sociedad abierta y liberal.       




[1] Rand, Ayn; La virtud del egoísmo, Editorial Grito Sagrado, p. 39
[2] Comenzó con la investigación sobre Boudou pero fue desplazado de la misma. El kirchnerismo lo acusó de mal desempeño, por comunicación que mantuvo con Ignacio Danuzzo Iturraspe, allegado a la defensa de Boudou, vía whatsapp.
Ver: El Consejo de la Magistratura archivó causas contra 90 jueces: Rafecas continúa en la mira
http://www.infobae.com/2013/11/22/1525596-el-consejo-la-magistratura-archivo-causas-contra-90-jueces-rafecas-continua-la-mira
[3] Renunció a su cargo luego de que el Vicepresidente acusara públicamente en el Senado a su estudio jurídico por ofrecerle servicios legales alegando tener capacidad de lobby y buenos contactos.
Ver: Esteban Righi presentó la renuncia
http://www.perfil.com/politica/Esteban-Righi-presento-la-renuncia-20120410-0006.html

sábado, 7 de junio de 2014

Apoyo al Fiscal José María Campagnoli

Apoyo al Fiscal José María Campagnoli
Ezequiel Eiben
23/5/2014


Ciudadano, lo que sucede alrededor del Fiscal de la Nación José María Campagnoli es un nuevo escándalo del gobierno kirchnerista.
A finales de 2013, Campagnoli fue suspendido y enviado a juicio por el Tribunal de Enjuiciamiento de Fiscales de la Nación. Esta maniobra fue promovida por la militante kirchnerista y Procuradora General Alejandra Gils Carbó. Digo militante kirchnerista y Procuradora en este orden jerárquico no de casualidad, sino a propósito, porque es el orden que ella misma se ha adjudicado para cumplir sus funciones. Primero, milita para el proyecto nacional y popular, y luego intenta o mínimamente se preocupa por cumplir su rol como funcionaria.
¿Cuál ha sido el gran “pecado” de Campagnoli? Investigar. Investigar a los que están cerca del poder político. Investigar al inmoral prebendario Lázaro Báez. Como el mismo Fiscal ha dicho, esta maniobra en su contra es una medida que intenta disciplinar a los integrantes del Ministerio Público Fiscal para que no investiguen a aquellos que están cerca del poder, y es una medida de persecución en su contra[1]. Y en esto, realmente, tiene razón. No se encuentra para nada equivocado.
Es tan burda la maniobra del kirchnerismo en su contra, es tanta la necesidad que tienen de mantener a la ciudadanía distraída y pensando en otra cosa para que no se note, que fechas fijadas para el juicio político coinciden (o están próximas) con partidos de la selección argentina en el mundial de fútbol. Por caso, el día de los alegatos finales será el mismo día en que un partido de la selección se lleve a cabo. Es muy probable que el grueso de la población esté atento al juego deportivo y no le preste la debida atención a esto que sucede contra Campagnoli. Pero desde estas líneas quiero decirle, ciudadano, lo importante que es mantenerse al tanto. Porque mientras nosotros vamos a estar gritando los goles de Argentina en el mundial, ellos por lo bajo van a intentar robarse la República.
Nadie le va a pedir a usted, ciudadano, que deje de mirar los partidos de la selección. Muchos queremos gritar los goles de Messi. Pero no nos olvidemos de esto. Protestemos lo que hay que protestar, y salgamos a la calle si es necesario a defender a un fiscal que simplemente ha estado realizando su trabajo como es debido.
Esto es una nueva muestra de que kirchnerismo y República no se llevan bien entre sí. Kirchnerismo es la antítesis de la República. República implica un concepto esencial que es el de división de poderes[2], y dentro de este, Justicia independiente. Hoy en día, en el país dominado por el kirchnerismo, vemos lo contrario a lo que debería ser una República. Vemos al poder ejecutivo influyendo políticamente sobre el poder judicial, no respetando la división de poderes. Y dentro del poder judicial, vemos a un grupo de jueces y funcionarios obedientes a las determinaciones del poder ejecutivo. Por ende, no podemos hablar estrictamente de una Justicia independiente, sino de una que está siguiendo lineamientos políticos ajenos al poder judicial. Esto es lo que hace el kirchnerismo con las instituciones republicanas: se encarga de destruirlas sistemáticamente. El kirchnerismo se mueve como una corporación política cuyos miembros se cuidan entre sí a expensas de los ciudadanos y a costa de la justicia objetiva.
El kirchnerismo es bajeza política y bajeza moral. Ni usted ni yo tenemos que dejar que destruya la República. No podemos permitir que los kirchneristas nos destruyan a nosotros. Para eso, hay que ponerles un freno. Hay que deshacerse de esta corporación política. Esto solo se va a lograr tomando medidas drásticas. ¿Qué podemos hacer al respecto? Primero, no votarlos más. Segundo, destituir a quien haya que destituir. Es mentira ese slogan que dice “todos deben terminar su mandato”. No es así. Por algo está prevista la institución del juicio político. Precisamente para apartar a quienes se les ha otorgado un mandato y no lo cumplen en buenos términos y como es debido. Tercero, hay que juzgarlos mediante el poder judicial por todos los delitos e ilícitos que hayan cometido. Más allá de destituirlos, hay que juzgarlos por todo eso. Y que se resuelva lo que haya que resolverse. Cuarto, en el caso que se hayan probado las ilicitudes y conductas delictivas, hay que darles el castigo que se merecen. El mensaje a dejarles tiene que ser bien claro: no van a seguir haciendo lo que quieren con nuestras instituciones. No van a seguir haciendo lo que quieren con nuestra plata. No van a seguir haciendo lo que quieren con nuestra vida.
Usted y yo ciudadano, tenemos que defender nuestra vida, nuestra libertad y nuestra propiedad. Todos esos valores, hoy están siendo atacados por el antirepublicanismo kirchnerista. Hoy el ataque le toca al fiscal Campagnoli. Mañana le va a tocar a otro; puede ser usted, puedo ser yo. Digamos basta. Apoyemos a Campagnoli; protestemos contra el régimen que destruye a la República.
Asistí a un evento organizado por el Centro de Estudiantes de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Córdoba, a cargo de Franja Morada, en el cual hablaron Campagnoli y su abogado defensor Ricardo Gil Lavedra. Tuve la oportunidad de acercarme al fiscal cuando finalizó la exposición, y le dije que hoy se constituye en un Héroe de la República, simbolizando la lucha por la Justicia independiente y la división de poderes. Me agradeció con caballerosidad. Salí de la Facultad sintiendo una mezcla de admiración y tristeza. Es impresionante cómo el kirchnerismo quiere arruinar a la buena gente.
Hay que elegir: Campagnoli o Báez. República o kirchnerismo. Ser bueno o malo.         



[1] José María Campagnoli: "El enjuiciamiento es una persecución y un mensaje para disciplinar a los fiscales"
http://www.lanacion.com.ar/1692462-jose-maria-campagnoli-el-enjuiciamiento-es-una-persecucion-y-un-mensaje-para-disciplinar-a-los-fiscales
[2] Hay doctrinas que en aras de mayor precisión conceptual enseñan que en rigor se debe hablar de división de funciones, ya que el poder perteneciente al Estado es uno solo, no varios poderes divididos. De cualquier forma, estas disquisiciones jurídicas no vienen al caso y empleamos la terminología de división de poderes por ser de uso frecuente para mejor entendimiento de aquellos no tan familiarizados con el Derecho.   

lunes, 26 de mayo de 2014

Los enemigos de la Libertad



Los enemigos de la Libertad
Ezequiel Eiben
Agosto 2013


Breve explicación sobre la obra 
Mi ensayo “Los enemigos de la Libertad” se refiere, como su título indica, a quiénes son los detractores y opositores de la Libertad en cuanto valor deseable y derecho natural del hombre.
Los enemigos de la Libertad están identificados en el eje Estado-gobierno-políticos estatistas. El texto explica cómo por medio de sus monopolios artificiales de la fuerza y de las decisiones de última ratio, regulaciones y prohibiciones, expansión del aparato burocrático sobre la vida privada de los ciudadanos, y el ejercicio de un poder verticalista a través del cual dan órdenes e imponen sus metas en las agendas de todos, restringen la libertad individual y bloquean las posibilidades de desarrollo humano.
Tras el pertinente análisis acerca de la dominación del eje sobre los individuos, formulo una propuesta para lograr y defender la Libertad. Establezco y desarrollo 4 elementos que considero de esencial presencia para conseguir una sociedad libre: valientes dispuestos al cambio de cara a lo nuevo, guardianes que protejan la conquista de la Libertad una vez lograda, modificaciones conceptuales necesarias para no repetir eufemismos y conceptos dañinos e inaplicables, y la liberalización de la sociedad que conlleva la abolición del Estado y la organización de los hombres en torno a relaciones plenamente voluntarias.
En la conclusión, postulo a la anarquía liberal como el contexto idóneo para vivir libremente; y llamo a la lucha en contra del eje Estado-gobierno-políticos estatistas que, como expreso, representa a los enemigos de la Libertad

Introducción

A lo largo de la historia, las heroicas luchas del hombre han exhibido en su propósito un denominador común: la obtención y/o conservación de la Libertad. Metafóricamente, podemos situar a la Libertad en la cima de una montaña. Si bien es un derecho que le corresponde por naturaleza y un valor por demás deseable, no le ha sido fácil al hombre el intento por llegar a lo más alto. Y esto es porque el camino empinado ha revelado obstáculos difíciles de sortear: la Libertad siempre tuvo sus detractores y oponentes. Una clasificación bipartita nos muestra que hay dos potenciales violadores de los derechos y la Libertad: los criminales ordinarios y el gobierno. En el presente ensayo, nos dedicaremos a tratar el tema exclusivamente respecto del segundo. Según Sun Tzu, debemos conocer al enemigo y conocernos a nosotros mismos en orden a ser exitosos en la guerra[1]. De este modo, siguiendo la máxima “Conoce a tu enemigo” como premisa fundamental en un enfrentamiento, vamos a explorar quiénes son los enemigos de la Libertad. Luego, explicaremos una propuesta para superar los escollos y defender tan preciado valor.

La función de los políticos: de mandatarios a mandantes
Los políticos son, o buscan ser, funcionarios de las instituciones públicas estatales. Forman parte activa del Estado y de la institución conocida como gobierno. De acuerdo a las teorías con más recepción en el ámbito académico, los políticos reciben su poder del pueblo que los elige para ocupar determinados cargos. Se supone que, al habérseles encomendado una tarea gubernamental, deben actuar como mandatarios de la ciudadanía. ¿Pero esto se da así en la realidad? Lo que se observa concretamente es que muchos desvían poder (persiguen fines distintos a los específicos de su puesto), se extralimitan en sus facultades (traspasando barreras y otorgándose potestades incorrectas), dan órdenes en vez de recibirlas (acentuando los dos vicios anteriormente señalados), y defienden intereses meramente sectarios y partidarios (apoyando de manera automática cualquier propuesta que surja en el seno de su partido por más que sea impropia) en vez de representar a la ciudadanía en general como corresponde. Se ha operado una brusca transformación del concepto, que lo ha hecho convertirse en su opuesto: el político actúa como mandante de la ciudadanía. Siente que el poder le corresponde de modo originario por derecho propio, y no por una delegación de los verdaderos titulares del mismo que son los ciudadanos. Y como es de esperar cuando alguien está en semejante situación de superioridad y no tiene escrúpulos, actúa en consecuencia: impone sus propios valores morales, prolifera el aparato burocrático de control sobre la vida de la gente, y fija sus metas personales o partidarias en la agenda de todos. Hay tres razones por las que esto sucede: 1) La actitud del político de cara a los incentivos del sistema: los Estados ubican de iure o de facto a los funcionarios públicos (por lo menos) un escalón por encima del resto de la gente, gozando estos de privilegios (por ejemplo, un salario inembargable); inmunidades (políticas y diplomáticas); y en los casos de sistemas corruptos, vías de escape para garantizar impunidad frente a ilícitos (protección corporativa del gobierno con complicidad de los que pertenecen al mismo ambiente). Además, la responsabilidad de los funcionarios públicos por ilícitos civiles, delitos penales y demás faltas, queda diluida en un mar burocrático de instancias estériles, embravecido adrede por la propia administración que no quiere ser controlada. La atribución de responsabilidad tampoco es efectiva en el manejo de las empresas estatales, deficientes por definición: los funcionarios no se hacen cargo de las pérdidas, no hay amenaza de quiebra o afectación al patrimonio personal (en el sentido económico del término) ni reprimenda personal por los desaciertos. Como las pérdidas son soportadas por los bolsillos de los pagadores de impuestos, no hay incentivo económico concreto al desempeño idóneo del rol del funcionario, y el despilfarro es la regla. Entonces, no sorprende la actitud del político de servirse de la ocasión para experimentar imprudentemente y actuar con negligencia bajo el manto protector de la impunidad o la carga impuesta a otros. 2) La actitud de la ciudadanía ante la situación: el ciudadano debería asumir su papel de mandante y controlar al político. Sin embargo, la dejadez, pasividad y negligencia son moneda corriente en amplias capas de la población. Los orígenes de esto pueden rastrearse en varios motivos. La educación pública estatal y la imposición de contenidos obligatorios por parte de los ministerios correspondientes a la educación pública privada, se dirigen a formatear la cabeza de los ciudadanos desde pequeños, adoctrinándolos en su visión del mundo y creando personas leales al Estado con consignas como el nacionalismo y el bien común, además de implantar el gobierno una auto justificación de sus funciones, incluso de las que vulneran la intimidad de la gente. Así, las personas crecen con la idea de que no hay opción alternativa al Estado, y que los poderes del gobierno se justifican en la voluntad de sus circunstanciales electores, o en su capacidad superior de discernir lo que es apropiado para el difuso concepto del “bienestar general”[2]. Por otra parte, hay países en donde la corrupción política es tan grande y el carácter corporativo del sector político hace tan infranqueable la posibilidad de Justicia, que el desánimo termina por vencer en las mentes ciudadanas reducidas a la impotencia que sufren lo que no pueden cambiar. Esto se suma al hecho de que el monopolio sobre la Justicia mantenido por el Estado provoca, llegado el caso, que este tenga que enjuiciarse a sí mismo o a sus propios funcionarios, manejándose todo dentro de la misma entidad. Y encima, en la mayoría de las ocasiones los ciudadanos particulares no pueden y/o no saben hacer frente a una burocracia diseñada para cuidarse a sí misma, lo que termina generando desconcierto e impresión de problema insoluble. 3) Un vicio congénito del sistema en sí: los problemas se producen y persistirán mientras se mantengan los principios básicos del sistema estatal. La falla es intrínseca, no una cuestión de mera contingencia: si los monopolios artificiales son malos y deficientes por definición, no se puede pretender que la creación de un monopolio artificial de nombre Estado sea bueno y eficiente. Y si a los políticos se les otorga un conjunto de herramientas para subordinar a la población, y hay todo un aparato de educación y propaganda dispuesto a justificar cualquier desmán; por más que exista la creencia de que ejercen un poder delegado por su titular (el pueblo), no debe sorprender que la praxis política termine en lo que termina.
En fin, con ciudadanos impregnados en su cotidianeidad por la peor escoria ideológica de nuestro tiempo (el estatismo), bombardeada por el aparato oficial; y siendo sometidos a continuas fases de desarme e impotencia frente al avance de los funcionarios públicos en sus roles; la política estatista se impone a la Libertad. El proceso de robustecimiento del Estado y de ensanchamiento del campo político provoca que la Libertad se vaya perdiendo progresivamente. Se enquista un curso vicioso: el Estado establece controles, para lo cual dicta leyes y crea instituciones; luego debe controlar a lo que instauró como controles; los resultados son nefastos, por lo que abre comisiones de investigación y vuelve a intervenir nuevamente para corregir lo que controlaba y ahora controlarlo con mayor ahínco; y así los controles se van reproduciendo. Al amparo del sistema estatista, el político no “tergiversa” sus funciones cuando va asumiendo más potestades y regulando vida y fortunas ajenas; sino que actúa con el poder que el propio sistema (erróneamente desde el punto de vista moral y natural) le confiere, de manera directa o indirecta, intencional o no intencional. Cabe citar aquí el célebre dictum de Lord Acton: “El poder tiende a corromper y el poder absoluto corrompe absolutamente”[3].

Vocación de los políticos
Es común escuchar en boca de los políticos que ellos se dedican a la función pública porque tienen “vocación de servicio”. En verdad, debido a la estructuración del sistema estatal que catapulta a la clase política[4] por encima de los ciudadanos, y permite y alienta a esta a expandir su campo de acción, lo que se evidencia es una verdadera vocación de dominación. La realización del “bien común” es un eufemismo que oculta o suaviza para el público programas políticos que persiguen intereses sectoriales. Desde que no existe algo que pueda ser catalogado como “bien común” por una autoridad superior (ya que los individuos tienen múltiples intereses y metas que no pueden ser conocidos en su totalidad por el gobernante), obviamente no puede perseguirse. Y como un acto basado en el poder político se sustenta en el uso de la fuerza (en la puesta en marcha de los mecanismos de coerción estatal para asegurar el cumplimiento y obediencia), aquellos que son coaccionados no pueden por lógica integrar lo que se denomine “bien común”, puesto que no están recibiendo un bien sino sufriendo una imposición ajena a su voluntad. Si hay un concepto que es utilizado por los gobiernos para uniformar por la fuerza gustos, ambiciones y planes de vida de la gente; y para arrogarse la potestad paternalista de determinar lo que sirve o debe ser desechado para la totalidad de la ciudadanía; es el concepto de “bien común”. Un concepto así ubicado en el engranaje de acción de un aparato burocrático gubernamental, no puede ser otra cosa que tiránico y represor del bien individual buscado en Libertad.

La relación del eje Estado-gobierno-políticos con la población

La relación que se construye entre Estado, gobierno y políticos por un lado, y el resto de la población por el otro, es una relación vertical de poder a favor de los primeros. El Estado es una entidad abstracta que domina un cierto territorio, el gobierno es la institución que allí ejerce el monopolio del uso de la fuerza y de las decisiones de última ratio, y los políticos y funcionarios en ejercicio de cargos públicos son los responsables de dirigir y hacer funcionar el aparato gubernamental. La población son las personas que viven dentro de los límites territoriales donde el gobierno tiene jurisdicción y a quienes se les imponen las decisiones políticas y judiciales[5]. El poder del eje Estado-gobierno-políticos se manifiesta en la imposición de subordinación sobre los ciudadanos y en la exigencia de obediencia. El verticalismo alude a que las órdenes y directrices van de arriba hacia abajo con respaldo y fundamento último en las armas del Estado. En este contexto, la Libertad y la Justicia, valores cardinales de un proyecto de sociedad que pretenda ser plenamente exitoso, son atacados desde tres frentes: A) No existe genuina igualdad ante la ley: el ordenamiento jurídico emplea una discriminación legal tomando como parámetro el siguiente status de las personas: si tienen o no un puesto en el Estado. Esto es avalado por una ética incorrecta, permisiva con funcionarios privilegiados para la ejecución de actos de violencia en detrimento de otros. Por lo tanto, si un particular toma por la fuerza algo que no le pertenece, la ley calificará al acto como robo, pero si lo mismo es efectuado por agentes del gobierno, la ley lo llamará impuesto[6]. B) Limitaciones y prohibiciones a la iniciativa individual: regulaciones y controles siembran obstáculos a la libre acción. Esto es particularmente palpable en tres aspectos: autodefensa (no se pueden crear ejércitos privados, y el gobierno prohíbe portación de armas o monopoliza el sistema de licencias); Justicia (el Estado tiene el monopolio de los tribunales de Justicia e impide el desarrollo de un sistema competitivo de cortes privadas); y economía (el mercado es intervenido por medidas burocráticas que se excusan en eufemismos como “defensa de la competencia”, y los contratos comerciales se firman bajo supervisión y moldeo oficial[7]). No es casualidad que regulaciones recaigan sobre estos ámbitos: el Estado quiere el título de defensor del ciudadano porque lo ayuda a justificar el desarme de estos y la monopolización de las armas, lo cual disminuye las posibilidades de que rebeliones populares desafíen su autoridad. También pretende ser el administrador de Justicia, y mediante un Tribunal Supremo en última instancia se asegura tener la última palabra en la resolución de controversias. Y además quiere vigilar e intervenir la economía, porque de allí extraerá fondos para financiar sus actividades y mantener a los funcionarios. C) Imposición de la jurisdicción: el Estado acentúa su dominación utilizando su poder para fijar leyes de cumplimiento obligatorio. Sumado a esto, dificulta o impide la libre circulación de personas en cuanto a entrada y salida del país, lo que puede traducirse en una situación fáctica de secuestro de ciudadanos en un territorio dado o bloqueo al tránsito voluntario[8]. Pero los políticos no ven desde su ventana un panorama tan complicado: ellos tienen garantizados por los “tributos” de los “contribuyentes” viajes a otros destinos como representantes de sus países en pomposos encuentros de organismos internacionales.  

Propuesta para lograr y defender la Libertad
Se requieren cuatro elementos esenciales para implementar una propuesta liberal alternativa al modelo estatal: 1) Valientes dispuestos al cambio: las ideas tienen un poder de influencia y movilización extraordinario, y aquí se requieren tanto intelectuales que generen y difundan ideas de Libertad como actores decididos a practicarlas. La gente tiene que recepcionar, hacer suyo el mensaje libertario; y actuar convencida en consecuencia. Hay que ejercer y defender los propios derechos, y no esperar que otros (sobre todo políticos) lo hagan por nosotros. Parafraseando a Yaron Brook: “Quien no está dispuesto a luchar por su Libertad, no la merece”. 2) Guardianes de la conquista: un proyecto libertario no puede mantenerse, una vez logrado el objetivo, si tras intensos esfuerzos se cae nuevamente en la pasividad y se le regala terreno al mal esclavista para que vuelva a surgir y parasite esfuerzos de la gente honesta y productiva. En palabras de Leonard Peikoff: “El poder del bien es enorme, pero depende de su consistencia”[9]. Vale decir, la condición de perdurabilidad del bien (en este caso, la sociedad en Libertad), es solidificar y hacer durar sus bases, cuidar la conquista obtenida. Resulta menester recordar a Thomas Jefferson: “El precio de la libertad es la eterna vigilancia”[10]. 3) Modificación conceptual: se deben dejar de lado conceptualizaciones que en el marco actual de estatismo pecan de ingenuas (como “políticos con vocación de servicio”), y que en el contexto general de la existencia de los Estados resultan inaplicables (como el supuesto “contrato social” al cual aparentemente todos adherimos de manera implícita legitimando así la existencia del monopolio legal de la violencia). En primer lugar, los políticos son los protagonistas del crecimiento monstruoso del Estado y  los responsables de su presencia interfiriendo en la vida privada de la gente. En segundo lugar, es una falsedad el “contrato” como idea de legitimación del Estado (¿alguien en nuestros días recuerda haberlo firmado? ¿O todos hemos actuado de modo que se presuponga nuestra aceptación?). Además, constituye una falacia petitio principii asumir que todos los que nacimos bajo dominio estatal prestamos nuestro consentimiento a su forma de dominación y a la institución de gobierno implantada. 4) Liberalizar la sociedad: el Estado debe ser abolido por injusto. Es insostenible la idea de querer compatibilizar en su totalidad la Libertad con semejante monopolio artificial que subyuga a la población dando por sentado que se aprueba su existencia y se debe obediencia a sus decisiones. Los individuos deben ser libres para asociarse con fines de protección y resolución pacífica de controversias, sin que se los subordine a los dictados de un voluminoso aparato estatal. De esta forma, en un contexto de anarquía liberal, se posibilita que todas las relaciones humanas sean voluntarias y para mutuo beneficio. Es decir, hay un grado máximo de Libertad (si se pudiera medirla políticamente) para que cada persona desarrolle su proyecto de vida, sin actos de fuerza estatales que estropeen sus ambiciones o decisiones coactivamente impuestas que maniaten su espíritu de prosperidad. Hay que sustituir la institución “gobierno” por una que no tenga connotaciones estatistas y no implique ejercer un indebido poder sobre la vida de un hombre: será mejor hablar de “administración”. Esta institución, despojada del carácter tiránico de los gobiernos, puede constituirse o no según quieran los interesados y quienes sean involucrados en sus determinaciones. Así, se opera un giro de 180 grados en la organización política: pasar de la sumisión en un marco “público estatal” a la aceptación en un marco privado; del dominio y la imposición a la voluntad y el consentimiento.        

Conclusión
El contexto idóneo para la Libertad es la anarquía liberal donde las sociedades son plenamente consentidas y hay adhesión voluntaria a instituciones privadas. La Libertad conlleva ausencia de coerción para que el individuo pueda elegir y desenvolverse. Si queremos ser libres, luchemos contra los que quieren presencia de coerción: Estado, gobierno y políticos estatistas; el eje que prolifera el poder de dominación. Luchemos contra los enemigos de la Libertad.
                                                            



[1] Sun Tzu; El arte de la guerra
[2] Síntoma cultural y símbolo de cómo se han dado vuelta los conceptos es que al comienzo de los discursos, cuando el disertante nombra a quienes se dirige, primero menciona a los políticos como si estos fueran los más importantes y merecieran un reconocimiento prioritario por su posición de autoridad; y luego se dirige en general al "público presente", deja para después la mención de los supuestos mandantes de los políticos, es decir el resto del “pueblo soberano” que le otorga el mandato a los funcionarios. Esto sin tener en cuenta que en los eventos destacados, los mejores asientos en primera fila suelen estar reservados casi con exclusividad para los políticos.
[3] Citado en Lord Acton, por José Carlos Rodríguez. Puede leerse en el siguiente link: http://www.ilustracionliberal.com/34/lord-acton-jose-carlos-rodriguez.html
[4] La palabra “clase” no tiene aquí un significado marxista ni pretensiones de distinción metafísica de un colectivo determinado; solamente apunta a referirse a un grupo de personas, en este caso los políticos.
[5] Por supuesto, debería considerarse a los políticos como parte de la población porque de hecho lo son; sin embargo no es impreciso hacer una distinción cuando estos están ocupando cargos oficiales, ya que el sistema estatal los dota con privilegios que les son negados a quienes no pertenecen a la burocracia.
[6] Murray N. Rothbard explica la corrección que tiene la teoría libertaria en estas cuestiones, porque aplica una ética universal que no hace excepciones a la “regla de oro”. En este sentido, escribe: “Los libertarios (…) no aplican ninguna vara de medir distinta al gobierno. (…) Nosotros creemos que el robo es un robo y que no queda legitimado porque una organización de ladrones decida llamarlo “impuestos”. Ver: Seis mitos sobre el libertarismo, por Murray N. Rothbard.
http://www.miseshispano.org/2012/07/seis-mitos-sobre-el-libertarismo-2/
[7] Incluso en ciertos ámbitos, como en el Derecho de Sociedades, puede llegar a articularse un sistema cerrado de “numerus clausus” donde las únicas figuras societarias posibles de constituir son las enumeradas taxativamente en la ley respectiva.
[8] Al utilizar los términos “secuestro” y “bloqueo” no me refiero específicamente a su significación jurídica utilizada en leyes que, de paso, son dictadas por los Estados. Este uso puede no encajar con los conceptos del derecho por motivos obvios: los Estados no le darán el alcance al que aludo para preservarse a sí mismos y limpiarse el nombre. Por lo que, conviene aclarar, el empleo de las palabras realizado aquí es según parámetros de análisis ético y político.
[9] ¿Por qué debe uno actuar por principio? – Leonard Peikoff
http://objetivismo.org/por-que-debe-uno-actuar-por-principio/
[10] La cita puede leerse en: http://www.liberalismo.org/citas/J/